Siete duelos en un mes para definir el futuro
El Mirandés afrontará 6 decisivos de Liga y uno de Copa antes de Navidad, cuando ya habrá clarificado sus objetivos en 2023
Jugará los seis últimos partidos de la primera vuelta de la Liga de Segunda División y la segunda eliminatoria de la Copa del Rey en, ... exactamente, un mes. Desde este próximo lunes, 21 de noviembre, fecha programada para recibir en Anduva al Cartagena, hasta el 20, 21 o 22 de diciembre, cuando afrontará el emparejamiento copero en una jornada por concretar.
Nada menos que siete encuentros, todos ellos de vital importancia, en apenas 30 días. Para despedir el año. El apretado calendario antes de que finalice el presente ejercicio marcará, sin lugar a dudas, el futuro del conjunto rojillo. Llegará a Navidad plenamente consciente de los objetivos por los que luchará hasta junio de 2023.
El mirandesismo espera que sea por alcanzar la zona tranquila de la clasificación. Eso supondría que este tramo final que resta antes de las fechas navideñas se ha pasado con buena nota. Con puntos en el zurrón, que es lo que realmente importa.
Restan seis choques del campeonato doméstico. Dieciocho puntos en juego que podrán determinar si el Mirandés levanta cabeza y comienza a mirar hacia arriba en la tabla o bien se queda en el furgón de cola. Si se da esta circunstancia menos positiva y nada deseada, la intención de la hinchada estriba en que, al menos, sea con posibilidades de abandonar el pozo en la segunda mitad de la temporada. Quedaría suficiente tiempo el próximo año, pero mejor no perder comba con los puestos que marcan la permanencia.
Los de Etxeberria empezarán este decisivo mes deportivo midiéndose dentro de tres días al Cartagena. Después de los empates obtenidos tras no perder en los cuatro últimos duelos de la Liga, lograr los tres puntos se antoja fundamental ante un rival que ha firmado una notable campaña hasta ahora. Los albinegros ocupan, antes de que se inicie el fin de semana en Segunda División, plaza de 'play off' de ascenso a Primera.
«No sirve de nada no perder, si perdemos o no ganamos el lunes», decía el día anterior el mirandesista Pinchi. La voz del vestuario esta semana solo hizo exteriorizar el pensamiento generalizado de toda la familia rojilla.
Si importante es el compromiso ante los de la provincia de Murcia, tampoco lo es menos, cinco días después, el que encarará frente al Oviedo en el estadio Carlos Tartiere (sábado, 18.30 horas). No hay que pasar por alto que el cuadro carbayón ha ido de más a menos en la competición y, hoy, se encuentra bordeando la zona de descenso con 16 puntos, dos más que el Lugo, primero que bajaría de acabar así la Liga, y tres más que los jabatos.
El sábado, 3 de diciembre, vuelve el equipo a casa para enfrentarse al Albacete (18.30 horas). Es donde se tienen que escapar muy pocos puntos dadas las enormes dificultades que tiene este Mirandés a la hora de puntuar y, sobre todo, de ganar a domicilio. A nadie se le escapa que las opciones de salvación pasan por amarrar los partidos como local.
El cuarto choque de esta sucesión de envites en el mes más intenso del curso, precisamente el último del año, le llevará el martes, 6, solo tres después de jugar contra el cuadro castellanomanchego, a Butarque para visitar al Leganés (19 horas). Los pepineros van de menos a más y después de protagonizar un irregular arranque contabilizan 20 unidades para ubicarse en mitad de la clasificación.
Cinco fechas después, el domingo, 11 de diciembre, los Campos de Sport de El Sardinero, acogerán al equipo de Miranda. Un encuentro siempre atractivo por aquello de la cercanía y de la escasa distancia que separa ambas localidades, lo que motiva el desplazamiento de las aficiones, si bien en esta ocasión ha quedado fijado para las nueve de la noche. No parece, en cualquier caso, el más idóneo para que haya uno masivo de la marea rojilla.
El cuadro cántabro es un recién ascendido. Está llamado, en principio, a pelear por eludir el descenso, de ahí que puede considerarse de la Liga del cuadro del Ebro. Actualmente, es decimocuarto y acumula 18 puntos, cinco más que los de Anduva.
Y el sexto y último de Segunda División antes del parón le medirá el sábado, 17, a la Ponferradina (16.15). Los bercianos no lo están haciendo bien, aunque de momento están fuera de la zona roja. De hecho, son los que marcan la permanencia. Se ubican en el puesto 18, con 16 puntos, solo tres más. Un partido. Cabe recordar que hay tres equipos justo por encima del pozo empatados a puntos: Ponferradina, Oviedo y Zaragoza. Los blanquiazules, que cerrarán 2022 en Anduva, son rivales directos.
En definitiva, a falta de que transcurran las jornadas, como mínimo tres de estos seis rivales, la mitad de los choques, los jugará ante adversarios implicados en la misma pelea: evitar el descenso a Primera RFEF: Oviedo, Racing y Ponferradina. Hasta hace poco, también estaba incluido el Leganés, pero ya tiene 7 puntos más que el Mirandés y la incógnita estriba en si el Albacete, recién ascendido, mantiene su buen inicio (suma 22 puntos).
La cita que pondrá el broche a 2022 es la de Copa en Alicante ante un Primera RFEF, el Intercity. El objetivo será despedir el año con el mejor sabor de boca.
EL DATO
3rivales, como mínimo, de los seis que quedan por medirse a los rojillos este año son 'de la Liga' del Mirandés: el Oviedo, próximo desplazamiento, y la Ponferradina marcan la salvación con 16 puntos (3 más) y el Racing (5 más). A expensas de si el Albacete aguantará el ritmo inicial.
Charla extensa entre Aragón y Etxeberria en el anexo
Son muchos los asuntos de interés que pueden ser objeto de conversación ente el director deportivo, Chema Aragón, y el entrenador de la primera plantilla mirandesista, Joseba Etxeberria: establecer la mejor programación posible para afrontar el apretado calendario que queda en 2022; conocer el alcance real de las lesiones que sufren los jugadores que se encuentran actualmente en la enfermería, así como determinar por dónde puede pasar el futuro de estos futbolistas; el estado de la plantilla actual y, dadas las circunstancias, el trabajo que se puede hacer en todos los terrenos para encarar con las mayores garantías posibles el cada vez más inminente año 2023. Ambos departieron en el entrenamiento, sobre el césped, durante un tiempo prolongado mientras a unos metros, el preparador físico, Luis Prieto, hacía hincapié en el capítulo físico de los futbolistas.
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