Miranda se hace mayor
Uno de cada cinco habitantes ya ha dejado atrás los 64 y la media de edad de nuestra ciudad supera los 47 años
Toni Caballero
Domingo, 16 de abril 2023, 02:50
Es una tónica habitual en todo el país que, en Miranda, se hace más notable todavía. La sociedad envejece a pasos agigantados, así lo confirma ... el proyecto Indicadores Urbanos, una selección y adaptación del contenido del proyecto europeo Urban Audit, actualmente denominado «data collection for subnational statistics (mainly cities) y reflejado por el IN E», que coloca a nuestra ciudad como el municipio de más de 20.000 habitantes más vetusto de la provincia, con una media de edad de 47,11 años; por delante de Burgos (46,98 años de media) y Aranda (45,74).
Según los datos vinculados a nuestra ciudad por el organismo durante 2021, la media de edad de los mirandeses pasó de ser 46,98 años en el primer año de la pandemia, a 47,11 un ejercicio más tarde. Aunque no parezca un gran aumento, el dato preocupante en cuanto al avejentamiento de la ciudad radica en que la media de edad de los mirandeses ha aumentado 1 año durante el último lustro.
Esta progresión preocupa en el grueso de los sectores sociales y económicos de la ciudad, tales como el educativo, el político y el empresarial. «Afecta muy negativamente. Perdemos juventud, muchos jóvenes se van y no vuelven, y cada vez hay menos niños. No diría que la ciudad está sentenciada a desaparecer, pero sí a perder importancia. Se ha notado muchísimo la perdida de natalidad en los últimos años. Antes faltaban plazas para la escolarización del alumnado de 3 años y ahora incluso peligran algunas clases a veces», analiza Lydia Marcelo, la directora del Colegio Príncipe de España de nuestra ciudad.
«Se ha notado mucho la pérdida de natalidad en los últimos años, antes faltaban plazas para la escolarización y ahora incluso peligran clases»
Si bien es cierto que llega gente foránea a la ciudad, «en muchas ocasiones están de paso y no se fijan en Miranda Este envejecimiento sólo se puede frenar creando trabajo estable y bien remunerado en Miranda. Hay que crear una ciudad acogedora, atractiva. Se necesitan revulsivos, si sigue cayendo la natalidad, la ciudad continuará envejeciendo, los colegios irán cerrando y así sucesivamente», zanja Marcelo.
En este sentido, si se analiza el informe por sexos, las mujeres de la ciudad cuentan, de media, con 48,45 años de edad. Este dato creció un 0,2 ente 2020 y 2021. Los hombres, por su parte, son más jóvenes (tienen menos esperanza de vida) y presentan una media de casi 3 años menos, 45,89.
Para comprender estos guarismos, cabe destacar que uno de cada cinco mirandeses ya ha dejado atrás los 64 años. Concretamente, el 22,1% de los habitantes de la ciudad tiene 65 años o más; se trata de un dato porcentual alcista que se ha visto incrementado un punto durante el último lustro.
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«Estos datos son preocupantes porque el envejecimiento de la población reduce la puesta en marcha de nuevas propuestas que reactiven la vida económica de Miranda. Desde mi sector, esto se puede combatir analizando y descubriendo qué busca hoy la gente joven en lo referente a vivir su vida y poniendo en marcha ideas de ciudad que coincidan con lo que demandan los jóvenes», opina José Gerardo Martínez, vicepresidente de la Cámara de Comercio de Miranda y referente empresarial.
El futuro de la ciudad, añade, no está para nada claro. «Se nos llena la boca diciendo que lo tenemos todo para ser una ciudad ideal pero creo que no terminamos de creérnoslo. Tenemos todo lo que tiene que tener una ciudad de futuro según los gurús: buena situación geográfica, gente formada, naturaleza con muchas posibilidades, una ciudad amable; pero no terminamos de ponerlo en marcha. Hay que poner en valor el potencial de Miranda y necesitamos el compromiso social de toda la población, por lo que hay que darles participación en las decisiones. Sólo podemos rejuvenecer la ciudad si la convertimos en un lugar atractivo para vivir», concluye.
El grueso de la población mirandesa se ubica entre los 15 y los 64 años de edad, un 64,6% de los 35.528 habitantes censados en 2021 se encontraba en esta franja. Este guarismo se mantiene estable en los últimos años, pero cada vez es menor el dato relativo a los ciudadanos de entre 0 y 14 años. Sólo el 13,29% de los habitantes de la cuidada cuentan con menos de 15 años en el DNI, cuando este dato se elevaba hasta el 13,64% en el curso 2017. Así, de proseguir vigente esta tendencia en la ciudad, Miranda contará con una población envejecida con más de 60 años de media edad antes de 2050, según las previsiones.
«Hay que poner en valor nuestro potencial, se puede rejuvenecer la ciudad si convertimos Miranda en un lugar atractivo para vivir»
Futuro
El avejentamiento de Miranda es una realidad que también tiene su determinado peso en la agenda política. «Es algo consustancial a la propia evolución de la sociedad, no es exclusivo de ninguna ciudad. Para el mantenimiento de una media de edad controlada en su ascenso general es importante poder aumentar la natalidad, que arroja cifras bajas aquí», apunta Aitana Hernando, Alcaldesa de la ciudad.
En esta línea, Hernando adjudica un papel determinante a los sistemas educativo y empresarial para que Miranda pueda generar las condiciones necesarias para atraer, y posteriormente fijar, a la población joven.
«Esta evolución se puede combatir facilitando la implantación de tejido empresarial tecnológico, ya que es un sector que genera un nicho de oportunidad para gente mayoritariamente joven. Además, también se puede enfrentar con la disposición de recursos educativos, relacionados con fases de formación en edades tempranas. Asentando estudios universitarios se puede atraer y retener a población joven que contribuye a bajar la media de edad», cierra la mandataria consciente de la situación que atraviesa la ciudad.
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