Intoxicaciones alimentarias y una extraña conjuntivitis saturan Urgencias en San Juan

El más grave fue el sábado a la noche, cuando cerca de una treintena de personas tuvieron que acudir al hospital por haber ingerido alimentos en mal estado. Todos habían compartido mesa y mantel en una lonja de la ciudad pesar de que no pertenecían a una peña, y poco tiempo después empezaron a sufrir síntomas que les obligaron a acudir al hospital. Aunque ninguno tuvo que quedarse ingresado ya que recibieron el alta a las pocas horas, recibir tanta cantidad de pacientes de golpe, precisando además la colocación de vías para el suministro de suero y medicación, saturó temporalmente el servicio de Urgencias.

Al día siguiente fueron los integrantes de las cuadrillas Los 40 Principales y Los Jijas los que padecieron algo similar, sin que por ahora sepan qué fue lo que exactamente hizo que cerca de cuarenta de sus componentes pasara una mala noche. La mayoría apunta a una salsa ali oliya que ambas comieron en el mismo restaurante y otros al bocadillo previo al desfile, pero lo cierto es que varios de los afectados tuvieron que irse a casa antes de tiempo sin poder disfrutar de las fiestas, aunque sin precisar asistencia médica. Solo unos pocos acudieron al Santiago Apóstol por culpa del malestar.

Sin duda, de todas las actuaciones médicas registradas, la más rara es la que tuvo lugar la noche del lunes, cuando más de media docena de miembros de La Pava pasaron por Urgencias aquejados de una conjuntivitis que les impedía, en algunos casos, hasta abrir los ojos.

De hecho, más de un paciente precisó atención médica también el martes porque el problema no remitía por completo y ha tenido que solicitar la baja en su trabajo. «No nos explicamos qué les pudo pasar, porque no parece que tenga nada que ver con una intoxicación alimenticia, ya que pasaron muchas horas desde la comida hasta que se sintieron mal, y además los síntomas no tenían nada que ver porque también tenían una especie de quemadura en la piel», aseguran integrantes de la cuadrilla a los que ha tenido acceso EL CORREO.

Una insolación o una extraña alergia son las hipótesis que cobran más fuerza, aunque para descartar cualquier opción, la policía acudió a la caseta de la peña a comprobar que nadie había arrojado ninguna sustancia anómala. «Si nos lo cuentan, pensaríamos que es una película de ciencia ficción», señalaban desde La Pava aún incrédulos ante la situación vivida en el monte. Por suerte, todos los afectados se recuperan con normalidad.