Otra forma en Miranda de entender el tiempo
Meteolab. Investigadores vinculados al CSiC acercan a los estudiantes el desarrollo de fenómenos meteorológicos
Cristina Ortiz
Domingo, 26 de octubre 2025, 00:14
Hay muchos tipos de presión. La que sienten los alumnos ante un examen, la arterial o la que define una magnitud de fuerza en términos ... físicos, que es en la que ponían el foco esta semana investigadores del CSIC, en el marco del programa 'Ciudad Ciencia', para acercar a los alumnos del Montes Obarenes y Fray Pedro de Urbina algunos fenómenos meteorológicos reconocibles por la ciudadanía en general, como Danas, tornados, gotas frías, olas de calor, mareas...
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Y todo de manera práctica, sencilla y fácil de entender. Aunque por más veces que se vea no deje de sorprender que un cambio de presión permita introducir o extraer un huevo cocido por la boca de un matraz por el que si lo empujáramos sólo pasaría rompiéndolo. Podría parecer magia, pero no lo es, se trata de física.
«Si disminuimos la presión en el interior, bajando la temperatura, entra solo;y para sacarlo, hacemos lo contrario. Como queremos que la presión lo empuje fuera, aumentamos la temperatura para que lo haga la presión y salga. Es lo mismo que pasa en la atmósfera, cuanto tenemos altas y bajas presiones», según explicó Elena Calvo, a la que pese a haber realizado el experimento cientos de veces, aún le sorprende. «Me sigue llamando la atención que el huevo entre y salga solo».
De ahí que sea uno de los que, junto a sus compañeros Antonio y Víctor, con los que desarrolla el taller 'Meteolab', trasladan al alumnado de Secundaria y Bachiller de distintos lugares del país para tratar de despertar vocaciones científicas y, en su caso, demostrar que la física es mucho más que el desarrollo de fórmulas y problemas teóricos.
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Entre otras, tiene una aplicación práctica más que evidente: la predicción del tiempo, la meteorología. Fenómenos atmosféricos de los que estamos pendientes en nuestro día a día, ya sea para cuestiones tan simples como saber qué ropa nos ponemos antes de salir de casa o planificar actividades de ocio. De hecho, es una información que aparece nada más desbloquear cualquier teléfono móvil.
Lo que nos muestra es el resultado de una combinación de elementos y fenómenos naturales muy relacionados con la física. Disciplina científica en la que se apoyaron los tres investigadores para explicar cómo afectan las diferentes presiones a la atmósfera, ya sea con el experimento del huevo o mostrando cómo se forman las nubes utilizando para ello elementos tan básicos como una botella y una válvula de una cubierta de bici, además de agua, por supuesto, y una cerilla, que emite las partículas sobre las que el líquido se va a condensar, aumentando la presión insuflando aire con una bomba inflar las ruedas. «Al abrirlo replicamos lo que pasa con el aire cuando asciende en la atmósfera. Según sube, la presión va disminuyendo, baja la temperatura y el agua se condense, como el rocío por la mañana», detallaron.
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Las mareas es otro de los fenómenos que trataron de ejemplificar, vertiendo agua en dos recipientes anexos pero comunicados con dos tapones que retiraron para mostrar cómo se mezclan ese líquido de dos densidades distintas por salinidad y temperatura. Se ve cómo fluyen, pero uno en la superficie y el otro en el fondo, como pasa en el océano», detalló Víctor Galván.
Ver para entender
Pequeños ejemplos, didácticos y divertidos, para responder a cuestiones como por qué cambia el tiempo y acercar a los jóvenes a la ciencia. «Tú puedes ver una fórmula, pero entenderla va más allá de saber resolverla». Afirmación de Elena que refrendaba Antonio Robles señalando que se trata de ver esa ciencia de manera más que práctica en la calle. «Sales fuera de clase y te da el viento en la cara, la física te afecta directamente, aunque sea a pequeña escala». Te permite entender parte del mundo que te rodea.
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Por su parte, la profesora de Cultura Científica del Montes Obarenes, Elisa Manrique, valora de manera muy positiva el tener la oportunidad de meter a los alumnos en proyectos en los que vean cómo se trabaja y puedan ser partícipes de experimentos, recogidas de datos, análisis... para que no todo sea teoría. De hecho, desde hace dos años tienen una caseta meteorológica y todos los días recogen los datos de temperatura, humedad, agua, aire... y elaboran un climograma.
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