«Es fácil hablar del Conquis desde el sofá, haz una prueba cuando llevas tres días sin comer»

-¿Cómo decide presentarse al casting del Conquis?

-Llevaba con ganas desde pequeño, no me presentaba porque pensaba que no sería capaz de hacer ninguna prueba. Luego vi que Luisito llegaba a la final, un tío que cierra todos los bares conmigo, y pensé que si el podía, yo también (risas).

-¿Qué le ha sorprendido de vivir la aventura desde dentro?

-No se parece nada verlo desde fuera y vivirlo dentro. Por la tele, aunque suene a tópico, ves muchas cosas que crees que puedes hacer sin ningún problema. Desde el sofá se ve todo muy fácil, luego te ves allí y lo haces peor que el concursante al que criticabas desde tu casa porque no podía hacerlo. Cuando llevas tres días sin comer y estás acribillado por los bichos, todo cambia, todo es más difícil.

-Lo más difícil del concurso es...

-Los bichos, con mucha diferencia. Te acribillan los insectos, no te dejan descansar y lo vas arrastrando todo. Es lo peor sin ninguna duda.

-Se comenta desde hace años que los concursantes roban comida a los cámaras cuando están durmiendo.

-Que va, yo por lo menos no. Soy tan torpe que, si hubiera robado, fijo que me hubieran pillado. Así que no, no lo hice.

-¿Cambiaría algo de su paso por el concurso?

-Sí, tendría que haber buscado bien el cacharro que no encontraba en la mochila cuando monté mi única bronca. Creo que eso fue por lo que me nominaron y fui al duelo. De hecho, tenía que haberme callado o haberla preparado del todo, me quedé a medias, me arrepiento de no haberme callado o haber explotado en condiciones.

-La capitana le puso en peligro, ¿demasiado pronto?

-Lo hubiera hecho diferente, sí. Creo que yo aportaba bastante en el grupo, éramos una piña, y Bego no estuvo en la asamblea en la que nominamos todos a Camila por diferentes razones. Creo que podría haber durado mucho más en el concurso y que no era mi momento de ir al duelo, pero lo acepté y peleé al máximo, pero lo lógico era nominarla a ella.

-Se habló mucho de que, si hubiera escogido a Urko Vera de rival, quizá...

-La gente está muy equivocada con ese tema. La mayor dificultad de la prueba, sortear la pared para coger el banderín, se basaba en tener los brazos largos, se pasaba con los brazos. Urko tiene los brazos bastante mas largos que yo y hubiera pasado más fácil.

-Estuvo a punto de abandonar.

-Sí, fueron diez minutos de locura saliendo del campamento muy pobre. Me faltaba algo en la mochila, yo siempre me quedaba el último porque, como yo soy un desastre, prefería quedarme para ver si alguien se dejaba algo y dárselo. Ese día me faltaba algo a mi, se lo dije a mis compañeros y nadie se paró ni si quiera a mirar si lo habían cogido por equivocación. Se me fue la pinza y exploté, pedí avión, pero me duro diez minutos. Creo que esa venada tuvo que ver mucho en la nominación de la capitana.

-¿Pasó mucho hambre?

-Llevé muy bien lo del hambre, fue más jodido racionar la comida cuando nos dieron el saco que otra cosa. No he tenido grandes problemas con el hambre. Sí que me quedé con ganas de hacer más pruebas en las que acabase vacío, la verdad que las que hice me dejaron con una sensación de que podía haber hecho más, en varias de ellas estábamos atados y pensaba, no he ayudado en gran cosa al equipo.

-¿Qué nota le pone a su participación en el programa?

-Nota no sabría poner, pero creo que ha sido aceptable. También creo que podría haber hecho mucho más, ya te digo. Tenía recorrido para mucho más.

-Es el segundo mirandés que participa, ¿lo recomienda?

-Sin ninguna duda. Es una experiencia única, te cambia la vida, literal. No se parece en nada a lo que ves en la televisión. A todo el mundo de Miranda que esté pensando en presentarse al casting, que lo haga. Da igual lo que piense la gente, gay que ir pensando en uno mismo y en la experiencia que se va a llevar, da igual lo que diga el resto.