El ecodiseño, en el centro de todos los proyectos para evitar generar residuos

El punto de partida no es el reciclaje, sino el ecodiseño. Es decir, crear algo nuevo que tienda al infinito en lugar de tratar de recuperar un material ya descartado. «Coger un residuo para volverlo a meter en otro producto suena poco natural o poco pensado. Además, es difícil conseguir algo eficiente cuando partes de un residuo».

Con esas premisas como eje de toda su actividad, buscan convertirse en un centro referente en sostenibilidad ambiental para varios sectores. Concretamente para cuatro, que son en los que gracias a su experiencia tienen un buen posicionamiento. Se trata del transportes, con un peso específico del ámbito aeronáutico y sin dejar de lado la automoción; el agroalimentario, aportando nuevos desarrollos de envase y digitalización de procesos; la construcción y la construcción de bienes de equipos.

«En esas 4 áreas están el 80% de los proyectos de I+D+i. Son sectores en los que nos hemos posicionado bien y son muy relevantes para Castilla y León. Ofrecen suficientes necesidades de innovación con sus propios procesos de transformación», valoró De Saja; al tiempo que ponía en valor que «nuestras áreas de conocimiento son muy horizontales y las vamos aplicando a diferentes sectores».

Según las oportunidades que vayan surgiendo. Y es que tienen claro que un material plástico ligero pero tan resistente como lo pueda ser el metal u otros empleados en edificación, pueden resultar tan útiles para aeronáutica, como para el sector eólico o la construcción.

Pero no sólo trabajan para hacer más eficientes los materiales, también los procesos un campo de trabajo en el que creen que tienen un buen recorrido de crecimiento con la Ingeniería de Software. Se trata de monitorizar, ensayar y hacer que las tareas estén más controlados para así ser más eficientes; lo que, además, desde el punto de vista de la sostenibilidad midiendo permite medir los impactos ambientales de las mejoras que vamos implementando.