A por clientes digitales
Apuesta por elevar las ventas ·
Web con tiendas online o redes sociales, opciones a trabajar para captar nuevos clientesLos hábitos de consumo impuestos por la pandemia han arrastrado a empresas de todos los tamaños a tratar de mejorar su imagen digital o acelerar ... su presencia en la red, buscando una mayor difusión, en algunos casos; y, en otros, también un canal de venta abierto a los clientes. Les hay que apuestan por contar con una web bien estructurada y con buena imagen, que dé «seriedad» y que luego vincular a las redes sociales; y también quien se decanta por crear un canal de venta directo.
Depende, sobre todo, de dos factores, según la experiencia de Laura Lacalle, responsable de Marketing Digital de Soft5, del tipo de comercio y de la economía de cada uno. Pero sí son cada vez más los que se interesan por adentrarse en el mundo digital acogiéndose a alguna de las opciones que ofrece. «Al menos un par de consultas sí que recibimos cada mes», apuntó.
También la demanda de formación va en aumento. Cada vez son más los responsables de negocios que se interesan por conocer cómo funciona Internet y, sobre todo, las redes sociales, para «intentar gestionarlo todo ellos». Pero eso es imposible si se busca sacar rentabilidad económica a esa presencia. Además, Lacalle tiene claro que si las redes no se acompañan de una web, un marketplace ... la campaña de marketing se queda coja.
Además, aunque ya es posible también hacer compras a través de las propias redes sociales, reconocen que los clientes aún están recelosos; y que la primera configuración de la tienda tampoco es sencilla para alguien que no controla perfectamente el sistema.
La apuesta por crear contenido con el que llegar a los clientes también va en alza. «Es algo que ha tardado en llegar a Miranda, pero poco a poco, va ganando peso. Por más que digas cómprame, cómprame... si no ofreces nada más es muy difícil conseguir ventas». Cualquier tienda o página necesita SEO, trabajo de posicionamiento. Sólo crear una web es cómo tirar una gota al océano. «Quizá por eso, junto a la creación de web, los análisis SEO es lo que más demanda tiene desde que irrumpió la pandemia».
También en Abarredes han notado una mayor inquietud por vender por Internet a raíz de la pandemia, aprovechando las distintas opciones que dan redes o herramientas como Whatsapp o Bizum. Pero tienen claro que «no siempre es necesaria una tienda online. De hecho, Nicolás Benito, uno de sus responsables, cree que puede ser contraproducente para pequeños negocios, si no se lleva un exhaustivo control de stock y si no hay una estrategia de venta adecuada. «Es meterte en una inversión que no va a tener retorno porque no vas a aumentar clientes, vas a dar otro servicio a los que ya tienes y se lo puedes dar de forma más personal por correo electrónico o Whatssapp».
Experiencias
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Laura Miguel | Mimel
«Si no te rodeas de un buen equipo no avanzas nada»
Hace cuatro años que decidió profesionalizar una marca dedicada a vender 'emociones' y 'experiencias'
Lo suyo no fue un proyecto largamente pensado. Más bien fue fruto de la necesidad y de la suerte. Laura se había quedado en el paro y la búsqueda de empleo no iba bien. En ésas estaba cuando decidió acudir a una cena de amigas con unas 'brochetas' hechas de gominolas. Una de las imágenes de Pinterest llamó su atención e hizo algo parecido. La sorpresa y la acogida fue tan buena que se lanzó a hacerlo de manera profesional.
«La idea les encantó. Una me dijo que porque no las preparaba y las vendía por Internet. Entonces me pareció una tontería». Pero acabó pensando que no tenía nada que perder. Quince días después ya tenía un perfil en Facebook, había buscado un nombre y subido una foto. Hice una inversión de 64 euros y a raíz de esa imagen y de la cena surgió todo. Esas navidades, lo peté».
Así que se animó a diversificar, montando Candybars y organizando eventos. Pero después se trasladó a vivir a otra ciudad y todo quedó parado temporalmente; hasta que optó por «profesionalizar la marca y enfocarme mucho al negocio online». Eso fue en 2018.
Apostó por un rebranding de la marca Mimel y por una fuerte inversión en 'packaging' (cajas y envoltorios). «Los troqueles y los diseños son míos. Son exclusivos». Aspectos a los que incorporó una buena página web y una pasarela de comercio digital. Todo ello gracias al apoyo de profesionales de los distintos ámbitos. «Si no te rodeas de un buen equipo, no avanzas. Además, en mi caso, todo es imagen y lo tienes que cuidar mucho», incidió; al tiempo que reconocía que jamás pensó en ganarse la vida con un negocio así.
Eso sí, deja claro que llegar hasta aquí ha sido «muy difícil. Tienes que trabajar mucho la web, el posicionamiento SEO, los textos, las imágenes... Si no es a base de esfuerzo, no ganas nada. Cuesta un montón». Para empezar, hay que pensar qué hacer para diferenciarse de la competencia en un ámbito que no es de productos de primera necesidad, sino de experiencias para el público adulto. «No vendo gominolas, o chocolate; sino una emoción: 'un felicidades', 'me acordé de ti'...». De hecho, si tiene que personalizar envíos y escribir textos o cartas, lo hace.
Sin olvidarse de innovar y crear nuevas experiencias (ya ha introducido cosmética) para que el cliente tenga más opciones y repita con Mimel. «El aprendizaje es continuo». Lo bueno es que si se tiene que volver a mudar, su trabajo irá con ella, y eso es una gran ventaja; aunque el día a día del autónomo reconoce que es muy complicado. «Hice un curso de cómo hacer de tu hobby tu negocio y me salvó la vida», zanjó.
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Jordan Fernández | Centro Dietético
«Si no estás bien posicionado no apareces, no existes»
En una actividad que suma 10.000 referencias considera esencial que cada producto esté bien categorizado en Internet
Hace más de una década que Centro Dietético decidió poner en marcha una web en la que mostrar todos los productos que tenían a la venta y para la que también se trabajó mucho el posicionamiento. Pero después no se volvió a hacer nada para actualizarla y mantenerla viva; hasta que hace año y medio decidieron darle un impulso y crear una verdadera tienda online, apostando por invertir, sobre todo, en el SEO, en las técnicas de posicionamiento de cada uno de sus productos en un buscador, para que aparezcan entre los primeros.
«Como la página llevaba publicada tanto tiempo, en cuanto hemos metido SEO el tráfico ha aumentado mucho, se ha triplicado», valoró Jordan Fernández, uno de los responsables de la empresa; al tiempo que reconocía que ésta es «una carrera lenta».
Y eso que han apostado por automatizar todo el proceso y que el stock de todos los productos que aparecen en la web vaya unido al sistema de gestión de la central de compras de todas las tiendas y del almacén. «Tenemos 10.000 referencias. Ahora como está controlada la disponibilidad y los pedidos están automatizados nos cuesta dos minutos hacer uno con cinco productos y antes igual tardábamos media hora».
Esa mejora organizativa es imprescindible para dar una respuesta rápida al aumento de pedidos que poco a poco van notando y también para evitar la frustración de clientes que vayan a comprar algo y después no puedan hacerlo porque no hay; pero no es suficiente. Tampoco lo es el precio. «Si no estás posicionado no apareces, no existes» y que te vean pasa por invertir dinero. Nosotros nos hemos fijado un presupuesto al mes, como si se tratara de una tienda física. En este caso el trabajador es Don SEO. Hay que hacerlo así, de otro modo no funciona; y trabajarlo producto a producto y categoría por categoría. Cada parte de la página se tiene que posicionar».
Además, hay que tener en cuenta que Google actualiza el algoritmo del buscador varias veces al año y eso influye en el posicionamiento de los productos, así que «o estás al día o no haces nada. Hay que ir construyendo los pilares del contenido, para que si alguien busca 'Comprar Colestia', tu página salga en el top 7. Eso hay que tenerlo en cuenta», incidió Fernández; porque son muchas las empresas con las que se compite en el mundo digital. Incluidas grandes compañías que cuentan con personal dedicado exclusivamente a que sea su página la primera que aparece.
A todo lo anterior suma se suma la necesidad de generar contenido y de hacerlo de manera muy estudiada si lo que busca es vender y no sólo informar. «Dependiendo el enfoque que le des estás atrayendo un público u otro. Lo que cuentes puede interesar, se genera tráfico, pero no se transforma en ventas. Hay que analizar todos los costes y ver el umbral de rentabilidad. No vale algo de andar por casa», zanjó.
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Miriam García | La Lechería
«Me planteo la tienda online como otro escaparate más»
Los productos frescos y el vidrio cree que dificultan los envíos y los han limitado al entorno más próximo a Miranda
Las redes sociales fueron claves para que Miriam García, responsable de La Lechería, pudiera mantener el servicio con sus clientes durante la pandemia. «La gente nos llamaba o nos hacía pedidos a través de Whatsapp o Instagram y se lo entregábamos en casa; y, a partir de ahí, empezamos a dar vueltas a la posibilidad de crear una tienda online, sin saber muy bien qué respuesta íbamos a tener».
Pero esas dudas no la desanimaron y después del confinamiento se puso a trabajar en ello, contando, evidentemente, con el apoyo técnico de una empresa especializada, hasta que al final del pasado ejercicio la iniciativa se convirtió en una realidad.
Aunque reconoce que «cuesta mucho» que funcione y genere actividad. Más en su caso, al haber acotado los envíos a Miranda y alrededores. Trabajan con productos frescos, algunos de los cuales necesitan frío, y envases de cristal, por lo que no quieren arriesgar más con los transportes.
«En los envíos que sí realizamos durante el confinamiento tuvimos muchas roturas, así que en la tienda online se han metido los códigos postales de los puntos hasta los que llegamos», explicó García; quien también cree que la venta a través de Internet en su sector es más difícil que si se trata de ropa o tecnología.
De hecho, en su caso, más que como una canal nuevo para aumentar las ventas del negocio lo ve como «otro escaparate. La gente busca algún producto, lo ve en la web y te llaman. Pero luego, realmente, para nosotros es difícil terminar de hacer la venta online. Aunque, desde el principio, mi idea es que funcionara más como otro escaparate y aparecer en los primeros puestos del buscador. Por lo menos, estar. Al principio, de hecho, sólo me había planteado la página web».
De todos modos, por ahora, no van a dejar de insistir, y ya trabajan para empezar a moverse en redes sociales, etiquetando productos que redirijan a la tienda online. También están inmersos en conectar la tienda online con el terminal del punto de venta del local (TPV) para mejorar el control del stock en la web. «Vamos poco a poco, probando, pero todo cuesta trabajo y dinero», concluyó.
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