Trabajadores municipales reemplazan la bomba de extracción de La Calera. Avelino Gómez

La Calera cierra el año con un nivel alto y la opción de garantizar un verano sin sequía en Miranda

Los puntos de captación han recuperado mucho en un año bastante lluvioso y están por encima de los 11 metros

Raúl Canales

Miranda de Ebro

Viernes, 21 de noviembre 2025, 23:10

La recuperación de los niveles freáticos de los acuíferos mirandeses por la concienciación ciudadana y por una primavera muy lluviosa, hizo que le verano fuera ... inusualmente tranquilo en la ciudad en cuanto al riesgo de sequía. De hecho, en ningún momento el suministro a la población estuvo amenazado y ni siquiera fue necesario limitar el uso de agua de riego. Y es que La Calera comenzó la época estival por encima d los 13 metros, casi el doble que el año anterior, cuando alcanzó mínimos históricos y encendió todas las alarmas.

Publicidad

La preocupación por los acuíferos, a los que cada vez les costaba más recuperar y precisaban de un bombeo artificial constante, llevó a adoptar medidas. Desde el Ayuntamiento se lanzaron campañas para sensibiizar a los mirandeses de la necesidad de cuidar un recurso cada vez más escaso y complementariamente se redujeron las horas de riego de los parques y se empezó a emplear agua no potable para algunas tareas, como la limpieza de las calles. Todo para reducir el consumo. Que la ciudad tenga una red muy vieja tampoco ayuda, ya que a lo largo del trazado hay diferentes fugas que hacen que se despilfarren miles de litros.

Pero la climatología echó una mano en los primeros meses del año, con numerosas precipitaciones que aceleraron la recuperación. Aunque en verano el nivel freático ha bajado ligeramente, como es lógico, la situación es muy buena en comparación con otros ejercicios. De hecho, aunque las primeras lluvias otoñales se han retrasado más de lo habitual, los puntos de captación apenas se han resentido. De hecho, a inicios de este mes aún superaba los once metros, una cantidad que no solo otorga tranquilidad para los próximos meses sino que permite pensar en que si el invierno es bueno en cuanto a lluvia y nieve, la ciudad podría casi garantizarse otro verano tranquilo.

Desde hace tiempo el departamento que dirige Guillermo Ubieto viene haciendo especial hincapié en reducir el consumo de agua y sobre todo en hacer un uso mucho más racional y responsable de este recurso, comenzando por dar ejemplo la administración pública y solicitando a los vecinos que, sobre todo en verano, no despilfarraran litros. En los casos más extremos, se limitaron tanto el riego de las huertas como el llenado de piscinas, sobre todo en la zona que se abastece del canal del Oroncillo.

Publicidad

Que La Calera haya recuperado su nivel freático no solo es importante para no sufrir a futuro cortes en el suministro, sino que también supone un ahorro en el consumo energético y alarga la vida de las bombas. En algunas épocas, era necesario extraer agua constantemente, sin dar descanso a la maquinaria, por lo que varias bombas se estropearon y tuvieron que ser reemplazadas.

A lo que aún no se ha logrado dar solución es la turbidez del Oroncillo, que se nota mucho más cuando el caudal está bajo. Ese problema afecta a veces a los regantes porque es necesario abrir compuertas para que no se estanque y se filtre a los acuíferos.

Este contenido es exclusivo para suscriptores

Accede todo un mes por solo 0,99€

Publicidad