Tremenda Jauría: «La energía festiva sirve para afrontar la rutina»
esta noche, en txosnas ·
El grupo vuelve al recinto del campus universitario con su disco 'Todxs igual'. «Está claro que no reivindicamos el mismo Madrid que C. Tangana»
«No voy a dormir contigo esta noche / Aunque prometas llevarme en tu coche». «Gloria a las chavalas / fuego a las casas de apuestas». «Viva el perreo y muerte al trabajo». De las canciones de Tremenda Jauría han surgido varios lemas que se han visto pintados en pancartas de manifestaciones feministas y de diferentes movimientos sociales. Ese marcado carácter reivindicativo, junto a una invitación a bailar, son las señas de identidad de una banda madrileña que mezcla rap, reggaeton, electrónica e incluso el punk, y ha arrastrado a muchos seguidores jóvenes desde su nacimiento hace seis años. En este tiempo ha actuado dos veces en la sala Jimmy Jazz -la última en marzo- y han perdido la cuenta de las ocasiones que lo han hecho en fiestas de barrios. «Hemos estado en txosnas, en fiestas de barrios como Zaramaga, Errekaleor… y creo que después de Madrid será una de las ciudades en las que más veces hemos actuado», cuenta Javier Kano, guitarra y voz. Esta noche, a las cero horas, se suben al escenario del Campus de Álava.
– Si se repasa las fechas de la gira se ve que hay muchas actuaciones en Euskadi. ¿A qué se debe que toquen tanto por aquí?
– Explicación no tenemos, pero puede que el mensaje del proyecto haya calado bastante y para nosotras ha sido una sorpresa descubrirlo. Nuestro concepto se ha visto como un soplo de aire fresco. En realidad, donde más actuamos es en Cataluña y en Euskadi y tiene que ver también con las redes que hay a nivel y las fiestas populares, de las que se nutre mucho la banda.
– Es curioso porque es un grupo muy madrileño.
– Ese es el tema, somos de Madrid, pero reivindicamos otro Madrid, diferente al que a veces se identifica como el centro del universo. A veces se transmite la sensación de que no pasa nada fuera de ahí y eso es un horror para la propia gente que vive en Madrid porque no somos el ombligo del mundo ni estamos a favor de las políticas dominantes en la ciudad. Venimos de las periferias, de los barrios y de un Madrid que no sale tanto en las noticias y es más desconocido, junto a movimientos sociales y reivindicativos.
– Sin ánimo de polemizar, poco tiene que ver su mensaje con el de 'El madrileño'.
– Musicalmente nos gustan muchas cosas. A nivel de discurso de género no tenemos nada que ver, pero hay algunas otras cosas que sí nos gustan. Está claro que no reivindicamos Madrid desde el mismo sitio que C. Tangana, sino como una ciudad que merece la pena vivir y no se devora así misma.
– 'Directxs al colapso' es el título de su directo-documental, cada vez se emplea más este término. Antes de la guerra en Ucrania y de la inflación disparada salió ese tema.
– Justo en el año antes de la pandemia sacamos un tema llamado 'El botín', que grabamos en Buenos Aires, y decía que el colapso llevaba siendo desde hace mucho tiempo. No hubo un punto de inflexión, sino que el colapso se viene dando muchos años como avisaban Ecologistas en Acción y movimientos sociales. Ha llegado un punto en el que se sobrevive más que se vive y hay zonas en las que solo hay miseria. Son mensajes un poco catastróficos que antes dábamos con máscaras de gas.
– Se las han quitado a los cinco años de empezar con grupo. ¿Tiene algo que ver con una apuesta decidida por dedicarse a la música?
– Veníamos dedicándonos a la música, pero no nos lo creíamos mucho. Y en absoluto nos esperábamos la repercusión de la banda porque surgió como una reunión de amigas y la intención era pasar el rato. Nos quitamos las máscaras tras el bajón que supuso tras estar dos años sin vernos las caras. En un momento en el que se desnaturalizaba todo, el grupo se quiaba la máscara porque lo interesante ahora era ir a cara descubierta y conectar con la gente.
– A pesar de sus letras reivindicativas, sus directos son una invitación al disfrute.
– Esa es la idea. Como es evidente que el mundo está mal y es una idea que tenemos la mayoría en la cabeza, sería inmovilista pensar que nada tiene arreglo. Por eso confiamos en que se pueden mejorar las condiciones de vida de las personas. En Tremenda Jauría es un punto definitorio para reivindicar el modelo cooperativo, alejado del modelo individualista. Y sabemos que la fiesta sirve para encontrarte con colegas y tener destellos y energía para afrontar el día a día.
– Actúan antes que la conocida rapera argentina Sara Hebe, con quien tienen una canción. ¿Se subirán juntos?
– Estoy deseándolo, estuvimos con ella cuando vino a y se quedó en nuestra casa. Además, su banda son unos máquinas y habrá que engañarla de alguna forma.
– ¿Tienen tiempo para disfrutar algo de las fiestas?
– Nos gustaría, pero a las 4 y media de la tarde del sábado tenemos actuación en la costa de Cataluña. Nos escriben muchos colegas, pero nos da pena. Vamos a tocar y tirarnos a dormir.
