El restaurante se traslada a tu casa

Tenemos la oportunidad de disfrutar en casa de sabrosas propuestas culinarias acompañadas de una cerveza especial 'made in' Euskadi. Se trata de la 18/70 La Gilda, que homenajea a las barras y a la cultura de la caña y el pintxo en norte. Elaborada en el País Vasco por productores locales, con ingredientes kilómetro cero y que toma su nombre del pintxo más universal: La Gilda. Tras éxito del primer lanzamiento de 18/70 La Gilda, de la que tan sólo se produjeron 12.000 botellas, la marca relanza esta edición limitada con el objetivo de mantener la buena acogida por parte de los consumidores. Es verdad que los bares están cerrados... pero hay pedidos para lleva y las cervezas también están presentes. 18/70 La Gilda y la 18/70 La Rubia pueden encontrarse en las cartas de estos cuatro locales que se han reinventado para que el consumidor disfrute en casa de una experiencia de calidad.

Aquí los platos se entregan –o se llevan a casa– en envases biodegradables, porque si uno presume de sostenible y de cuidar el producto, no puede ser de otra manera. Ese cuidado de los ingredientes y del entorno casa muy bien con las premisas de elaboración de la 18/70 La Rubia, que de paso es perfecta para beber con el medallón de pollo capresse con su jugo relleno de mozzarella, tomate y albahaca sobre parmentier de patata y pesto de pistacho. De primero, la lasaña vegetal a base de verduras de temporada y fina bechamel de espinacas y champiñones es ya un clásico en el local o una fideuá de txipis y langostinos en salsa americana con alioli de cítricos y polvo de olivas. El menú incluye bebida y postre o café.

Para una rubia con cuerpo como la 18/70 La Gilda, los de La Bodeguita del 12 tienen muchas propuestas de picoteo desde hace tiempo, pero es que además han incorporado platos nuevos a la carta que le vienen al pelo. El arroz de rabo de toro y boletus, dice Edgar, es perfecto para maridar: «es más fuerte de sabor, como la cerveza». Lo preparan para dos personas como mínimo y sirven en un envase de aluminio que puede meterse al horno para darle el último calentón. Los mejillones gallegos en escabeche con receta del cocinero del local, la ensaladilla rusa y el tartar de atún de Bermeo –en la medida de lo posible, recurren a ingredientes de proximidad– con salsa picante y yema de huevo «para comer en el día, fresco, recién cortado», también acompañan bien a esta bebida.

De arroces va precisamente este menú: recién hechos, con producto de temporada, de proximidad si es posible y servidos en paella (aquí la llamamos paellera, sí) para que no pierdan nada en el camino. Son 10 euros de fianza por el recipiente. Diego Sorni acepta pedidos para recoger en el local y para enviar sin recurrir a ninguna plataforma, sino a una familia de autónomos que se dedica a esto y que cobra 5 o 10 euros por transporte. 18/70 La Gilda marida con la típica paella valenciana de pollo, conejo, vainas y garrofó (alubión). «Y con el arroz negro, ajo tierno, txipiron y tinta de calamar». La 18/70 La Rubia va muy bien con el arroz del senyoret, en el que el marisco va pelado, y con la fideuá de fideo fino, ajo tierno, txipi, sepia y langostino.

Del catering del Brass salen platillos o cajas completas y aparte de servir a domicilio, se puede recoger en el obrador del pabellón y en Patricia's Living Shop (Urquijo, 16, Las Arenas). La comida fusión que ofrecen invita a beberse una 18/70 La Gilda y la 18/70 La Rubia con, por ejemplo, el contenido de una caja mexicana: ahí va lo necesario para hacer una decena de tacos, desde las masas hasta las carnes y las verduras, y además los totopos caseros con guacamole y pico de gallo. Otras tradiciones culinarias están presentes en la burrata fresca de Biribil Bros con pesto de tomate seco, tartar de berenjena, focaccia y crumble de avellanas y piparras; el tartar de atún con aguacate, huevas tobiko y habas edamame sobre base de arroz aliñado tipo sushi y mayonesa de sriracha y Pad Thai de langostinos con brotes de soja, cilantro y cacahuetes.