El plátano, la fruta de Rafa Nadal
Aunque tiene muchos hidratos de carbono y pese a su 'mala' fama esta fruta no engorda y apenas tiene grasas. Ideal para deportistas
Jesús Lens
Martes, 4 de junio 2024
Es una de esas imágenes que los aficionados al tenis tienen incrustada en su ADN como espectadores de partidos largos y extenuantes: Rafael Nadal comiéndose medio plátano en el cuarto set de la final de un Grand Slam, en un descanso entre juegos. Y recibiendo la ensaladera de plata o cualquier otro trofeo, claro. Pero lo del plátano no falla.
Y es que hablamos de una fruta tropical ideal para deportistas ya que, gracias a su gran riqueza en hidratos de carbono —y en azúcares cuando está maduro— es fuente de energía rápida gracias a su fácil absorción por el organismo. Y, a pesar de ello y por mucho que la 'mala' fama le acompañe, el plátano no engorda, que apenas tiene 0,3 gramos de grasas por cada 100 gramos de producto. O sea, casi nada.
La fruta más típica de Canarias aporta 94 kilocalorías, 1,2 gramos de grasa y, atención, 20 gramos de hidratos de carbono, por lo que, como decíamos, está plenamente recomendado para personas que hagan deporte y otras actividades de resistencia que conlleven mucho desgaste.
Por cuanto a los minerales, el plátano es particularmente rico en potasio (350 mg) y, por tanto, buen aliado del sistema nervioso. En conjunción a la vitamina C que también aporta, contribuye a regular la presión arterial y tiene funciones cardio protectoras. Es igualmente rico en antioxidantes.
Plátano, no banana
Más propiedades de esta fruta tropical, que también gusta a los niños —y no tan niños— por lo fácil que es de pelar: su aporte de fibra y, por tanto, su función reguladora del tracto intestinal, también aliado para quienes padecen estreñimiento.
Pocas frutas tienen el 'apellido' territorial más y mejor apegado. Plátano de Canarias, más allá de ser una IGP desde 2013, es una expresión que forma parte de nuestra idiosincrasia. El cultivo de la platanera comenzó en Extremo Oriente y pasó a África. A Canarias llegó desde Guinea Ecuatorial gracias a los portugueses y prendió bien en las Islas Afortunadas dado que requiere de unos 25 grados de temperatura y una zona de cultivo que no supere los 300 metros de altitud, además de mucha luz y agua.
No se deben confundir. El plátano es más chiquito, presenta una curvatura más pronunciada y tiene unas características manchitas negras que lo diferencian de la mucha más 'perfecta' banana: alargada, recta, monocrómica… y menos sabrosa.
Más allá del natural
El plátano no necesita táper ni ser lavado, de ahí que sea una de las frutas más popular. Pero más allá de comerla al natural, es idónea para espesar zumos y hacer batidos de frutas. El plátano verde frito, también llamado patacón o tostón; es habitual de las gastronomías latinoamericanas más caribeñas y, cortados en láminas y fritos, con queso en mitad; salen buenísimos. Hablamos del llamado plátano macho, el idóneo para pasar por la sartén, que también puede prepararse como croquetas y como relleno para canelones dulces con queso, azúcar moreno, leche y bechamel.