Miércoles, 14 de marzo 2018, 00:40
Cuando un varón de la tribu Dinka alcanza la pubertad debe sacrificar un toro. A partir de ese momento, el joven añade a su nombre el color del pelaje de la res, que lo acompañará para siempre. Los Dinka, más de un millón de personas, son la etnia mayoritaria en Sudán del Sur, casi un 70 por ciento, según estimaciones, y son considerados los primeros pobladores esa región, en las orillas del Nilo, donde se establecieron en el siglo X. Para un dinka la posesión más preciada es el ganado bovino, ya que del número de animales que posea dependerá su prestigio social, su riqueza y hasta sus posibilidades de contraer matrimonio. Toda su vida gira y depende de las vacas: beben su leche, usan sus pieles y se arreglan el pelo con su orina y estiércol para lograr que tome un tono rojizo, característico de la belleza de esta etnia.
Stefanie GLINSKI - AFP
Cuando un varón de la tribu Dinka alcanza la pubertad debe sacrificar un toro. A partir de ese momento, el joven añade a su nombre el color del pelaje de la res, que lo acompañará para siempre. Los Dinka, más de un millón de personas, son la etnia mayoritaria en Sudán del Sur, casi un 70 por ciento, según estimaciones, y son considerados los primeros pobladores esa región, en las orillas del Nilo, donde se establecieron en el siglo X. Para un dinka la posesión más preciada es el ganado bovino, ya que del número de animales que posea dependerá su prestigio social, su riqueza y hasta sus posibilidades de contraer matrimonio. Toda su vida gira y depende de las vacas: beben su leche, usan sus pieles y se arreglan el pelo con su orina y estiércol para lograr que tome un tono rojizo, característico de la belleza de esta etnia.
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Cuando un varón de la tribu Dinka alcanza la pubertad debe sacrificar un toro. A partir de ese momento, el joven añade a su nombre el color del pelaje de la res, que lo acompañará para siempre. Los Dinka, más de un millón de personas, son la etnia mayoritaria en Sudán del Sur, casi un 70 por ciento, según estimaciones, y son considerados los primeros pobladores esa región, en las orillas del Nilo, donde se establecieron en el siglo X. Para un dinka la posesión más preciada es el ganado bovino, ya que del número de animales que posea dependerá su prestigio social, su riqueza y hasta sus posibilidades de contraer matrimonio. Toda su vida gira y depende de las vacas: beben su leche, usan sus pieles y se arreglan el pelo con su orina y estiércol para lograr que tome un tono rojizo, característico de la belleza de esta etnia.
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Cuando un varón de la tribu Dinka alcanza la pubertad debe sacrificar un toro. A partir de ese momento, el joven añade a su nombre el color del pelaje de la res, que lo acompañará para siempre. Los Dinka, más de un millón de personas, son la etnia mayoritaria en Sudán del Sur, casi un 70 por ciento, según estimaciones, y son considerados los primeros pobladores esa región, en las orillas del Nilo, donde se establecieron en el siglo X. Para un dinka la posesión más preciada es el ganado bovino, ya que del número de animales que posea dependerá su prestigio social, su riqueza y hasta sus posibilidades de contraer matrimonio. Toda su vida gira y depende de las vacas: beben su leche, usan sus pieles y se arreglan el pelo con su orina y estiércol para lograr que tome un tono rojizo, característico de la belleza de esta etnia.
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Cuando un varón de la tribu Dinka alcanza la pubertad debe sacrificar un toro. A partir de ese momento, el joven añade a su nombre el color del pelaje de la res, que lo acompañará para siempre. Los Dinka, más de un millón de personas, son la etnia mayoritaria en Sudán del Sur, casi un 70 por ciento, según estimaciones, y son considerados los primeros pobladores esa región, en las orillas del Nilo, donde se establecieron en el siglo X. Para un dinka la posesión más preciada es el ganado bovino, ya que del número de animales que posea dependerá su prestigio social, su riqueza y hasta sus posibilidades de contraer matrimonio. Toda su vida gira y depende de las vacas: beben su leche, usan sus pieles y se arreglan el pelo con su orina y estiércol para lograr que tome un tono rojizo, característico de la belleza de esta etnia.
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Cuando un varón de la tribu Dinka alcanza la pubertad debe sacrificar un toro. A partir de ese momento, el joven añade a su nombre el color del pelaje de la res, que lo acompañará para siempre. Los Dinka, más de un millón de personas, son la etnia mayoritaria en Sudán del Sur, casi un 70 por ciento, según estimaciones, y son considerados los primeros pobladores esa región, en las orillas del Nilo, donde se establecieron en el siglo X. Para un dinka la posesión más preciada es el ganado bovino, ya que del número de animales que posea dependerá su prestigio social, su riqueza y hasta sus posibilidades de contraer matrimonio. Toda su vida gira y depende de las vacas: beben su leche, usan sus pieles y se arreglan el pelo con su orina y estiércol para lograr que tome un tono rojizo, característico de la belleza de esta etnia.
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Cuando un varón de la tribu Dinka alcanza la pubertad debe sacrificar un toro. A partir de ese momento, el joven añade a su nombre el color del pelaje de la res, que lo acompañará para siempre. Los Dinka, más de un millón de personas, son la etnia mayoritaria en Sudán del Sur, casi un 70 por ciento, según estimaciones, y son considerados los primeros pobladores esa región, en las orillas del Nilo, donde se establecieron en el siglo X. Para un dinka la posesión más preciada es el ganado bovino, ya que del número de animales que posea dependerá su prestigio social, su riqueza y hasta sus posibilidades de contraer matrimonio. Toda su vida gira y depende de las vacas: beben su leche, usan sus pieles y se arreglan el pelo con su orina y estiércol para lograr que tome un tono rojizo, característico de la belleza de esta etnia.
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