La economía rusa se tambalea por la guerra y se acerca a la recesión
La inversión extranjera ha caído a niveles de 2001 y muchas empresas han abandonado el país tras el inicio de lainvasión de Ucrania
El director general de Sberbank, el principal banco de Rusia, ha pronosticado este viernes que la economía rusa vivirá próximamente momentos difíciles. Desde el Foro ... Económico de San Petersburgo German Gref ha alertado que el país euroasiático «se enfrenta a una serie de problemas que se pueden considerar una tormenta perfecta». La principal razón que ha explicado el directivo es el hecho de que las altas tasas de interés ejercen una gran presión sobre las compañías y estas se ven obligadas a posponer sus inversiones.
Según sus pronósticos estas condiciones «son una amenaza no para el crecimiento económico de este año, sino también para los próximos dos o tres años». La tasa de interés del Banco Central Ruso es del 20% mientras que la inversión es del 10%. Gref ha señalado como inconveniente el fortalecimiento del rublo, que ha opinado que «está dañando las exportaciones». En el momento actual el rublo se valora a 90,41 por cada euro. Desde 2023 la divisa rusa se estabilizó alrededor del 100, aunque en 2025 ha ganado fuerza.
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Este año entró en vigor una subida de impuestos aprobada el año pasado que grava los ingresos de forma progresiva y aumenta la carga impositiva a las empresas. Según el Ministerio de Finanzas en mayo de 2024 se calculó que con esta medida se ingresarían cerca de 30.000 millones de euros más. Anteriormente Rusia tenía un impuesto fijo del 13% a todos aquellos que ganaran menos del equivalente a 55.000 euros al año mientras que los que superaran esta cifra debían pagar el 15%. Ahora hay diferentes requisitos para los que ganan entre 25.000 y 55.000 (15%); entre 55.000 y 550.000 (18%); y de 550.000 euros o más (22%). El titular de Justicia, Antón Siluanov, aseguró que «los cambios buscan construir un sistema tributario justo y equilibrado». Este viernes el mismo ministro apuntó que aunque la situación es compleja «no se tocarán los impuestos básicos», es decir, no se prevé una nueva subida.
Desde el mismo Foro el responsable de Economía, Maxim Reshetnikov, ha advertido el pasado jueves que la economía del país está en una situación comprometida. «Creo que estamos al borde de la recesión», ha señalado. Es por ello que ha hecho un llamamiento al Banco Central, al que le ha pedido «un poco de amor por la economía». Es decir, pidió una bajada de las tasas. Es algo en lo que concordó el viceprimer ministro de la Federación Rusa, Alexander Novak. «Los indicadores muestran la necesidad de reducir las tasas; es necesario pasar de un enfriamiento controlado a un calentamiento de la economía», ha explicado en su intervención.
«Aunque el conflicto con Kiev terminara manaña, pocas empresas invertirían aquí»
Moscú ha recibido de fuera menos dinero que países como Malta y Croacia y está al nivel de Bulgaria
Este viernes el presidente ruso, Vladímir Putin, en su discurso en el Foro recordó el pronóstico de los expertos. «Algunos especialistas señalan el riesgo de estancamiento o incluso de recesión. Esto por supuesto no debemos dejar que ocurra bajo ninguna cirscunstancia», ha declarado a la audiencia. Este evento, donde antes se cerraban lucrativos acuerdos como los de los gaseoductos y se atraía a líderes de países occidentales como Países Bajos, Francia y Alemania, hoy refleja el cambio de eje de Europa a Asia y en menor medida pero con un peso relevante, África.
Antes de que el mandatario ruso hablara a la audiencia se ha proyectado un vídeo en el que se cuenta el desarrolllo de la economía global a lo largo de la historia. En el siglo XXI el énfasis se pone en un cartel de Hollywood de Los Ángeles en llamas simbolizando la caída de Occidente mientras se muestra a los BRICS como algo nuevo y dinámico. Aunque los países de dicho grupo (Brasil, India, China, Sudáfrica) han sido apoyos relevantes para Moscú, por ahora no han sido suficiente, tal y como demuestran las previsiones y los datos de inversión extranjera, que apuntan que Rusia en 2024 recibió menos que Estados como Malta y Croacia y un nivel parecido a Bulgaria.
El Foro Económico de San Petersburgo tiene como objetivo primordial atraer inversión extranjera desde 1997, su primera edición. Además también ha buscado discutir políticas económicas y encontrar soluciones a problemas de gobiernos y empresas. En su primer cometido tiene trabajo pues desde que empezó la guerra con Ucrania en 2022 la inversión directa desde fuera de Rusia ha descendido a casi 3.000 millones de euros, en 2024, un número que está al nivel de 2001. Estos son los números que se han publicado este pasado jueves en los datos de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo (Unctad).
Las cifras muestran además cómo la inversión sufrió una caída del 62,8% entre 2023 y 2024 y un descenso del 50% respecto a 2021, último año previo a la guerra de Ucrania. El pasado ejercicio España recibió una inversión por valor de 26.000 millones de euros. El clima para regresar e invertir en el país euroasiático no es el más favorable. Los analistas han apuntado diversos ejemplos de nacionalizaciones, la última de ellas del aeropuerto de Domodédovo (uno de los más relevantes de la capital) como un factor disuasorio para los empresarios. Compañías como Danone vieron cómo sus activos fueron confiscados y posteriormente cedidos a gente cercana al gobernador de Chechenia, Ramzán Kadírov, y no fue la única que sufrió un destino similar.
Desconfianza de las empresas
Las palabras del mismo presidente ruso, que dijo el mes pasado que las empresas tecnológicas occidentales que todavía operan en Rusia pero trabajan en contra del país deben ser «estranguladas» tampoco ayudan. Cuando se le preguntó por los consumidores nacionales que aún dependen de software y servicios extranjeros el mandatario aseguró que con sus políticas les ayudaría a deshacerse de «sus malos hábitos». Para evitar que más compañías extranjeras se vayan del país ha endurecido las condiciones de salida para las que aún siguen en el mercado ruso.
Aunque muchas empresas occidentales se marcharon del país, la aprobación de la llamada «importación paralela», una suerte de contrabando legalizado, establece que siempre que en origen se adquiera de forma legal se puede vender un producto de marcas que se fueron de Rusia. Es por ello que incluso ahora se puede comprar ropa de Zara, teléfonos iPhone, entre otros productos de firmas occidentales que pasan por países amigos como Irán, Turquía y Kazajistán, para que el consumidor no las eche en falta.
Serguéi Aleksashenko, exvicegobernador del Banco Central de Rusia aseguró a Reuters que incluso «si la guerra terminara mañana, pocas empresas serias considerarían a Rusia como un destino atractivo para invertir, dados los riesgos políticos que hay». «Todo el mundo puede ver claramente que la situación de los derechos de propiedad empeora cada día», dijo. Además debido a las sanciones impuestas por Occidente es muy complicado desde Europa y Estados Unidos invertir en el país euroasiático. La principal dificultad es realizar pagos internacionales debido a la expulsión de Rusia del sistema SWIFT internacional.
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