Secciones
Servicios
Destacamos
Edición
Nueve meses después del ataque con un cuchillo en la localidad alemana de Solingen con tres víctimas mortales y ocho heridos de distinta consideración, este ... martes ha comenzado en una sala de alta seguridad de la Audiencia Superior de Düsseldorf el proceso contra el presunto culpable, el joven de 27 años Issa al H., un peticionario de asilo de origen sirio. «He asumido una gran culpa. Estoy dispuesto a aceptar la sentencia», ha señalado el acusado a través de su abogado, que hizo lectura de una declaración de confesión al comienzo del proceso, en la que reconoció que se merece y espera una condena a cadena perpetua.
Los hechos tuvieron lugar sobre las 21.30 hora local del pasado 23 de agosto, cuando el acusado agredió de manera indiscriminada a los asistentes al llamado Festival de la Diversidad, una fiesta popular para celebrar el 650 aniversario de la ciudad a la que asistieron 75.000 personas. Sus puñaladas causaron la muerte de dos hombres de 56 y 67 años y una mujer de 56.
Además de los ocho heridos, Issa al H. rasgó con su arma la ropa de dos personas más sin llegar a causar heridas. Esos ataques han sido valorados por la Fiscalía federal, que interviene siempre en casos de terrorismo como intentos de asesinato y ha presentado un pliego de acusación de 95 páginas. El procesado es defendido por dos abogados de oficio.
Al comienzo del juicio el acusado entró en la sala acompañado por dos funcionarios penitenciarios con la cabeza gacha y sin intentar ocultar su rostro. Solo levantó brevemente la cabeza para confirmar su identidad ante el juez y no se inmutó durante la lectura de la acusación en su contra. Esta subraya que desprecia los valores occidentales y que actuó en venganza por la intervención militar israelí en Gaza.
La Fiscalía federal calificó a Issa al H. de militante de la organización terrorista yihadista Estado Islámico. Pocas horas antes del ataque indiscriminado, el joven sirio juró fidelidad a la citada organización a través de las redes sociales. Un día más tarde, el grupo fundamentalista reivindicó los hechos. Era la primera vez que asumía un atentado en Alemania desde diciembre de 2016.
El 19 de diciembre de ese año, el joven tunecino de 23 años Anis Amri arrolló con un camión a los asistentes al mercadillo de Navidad de la Breitscheidplatz causando la muerte de 13 personas y heridas de consideración a al menos otras 67. El sospechoso pudo escapar pero fue abatido en su huida por Europa por la Policía italiana en Milán.
Al parecer, antes del atentado, Issa al H. estuvo en contacto a través del servicio de mensajería Telegram con un miembro del Estado Islámico que coordinó el ataque. También le habría enviado el vídeo que grabó poco antes de los hechos y que difundió la organización yihadista.
Según la acusación, Issa Al H. también creó vídeos en los que leía el juramento de lealtad a Estado Islámico y anunciaba su atentado. Según la acusación, envió los materiales audiovisuales a la organización terrorista la misma noche del 23 de agosto de 2024 y poco antes de dirigirse a la fiesta popular en Solingen.
La investigación de varios medios alemanes revelaron además que Issa al H. aparentemente había sido radicalizado durante años. El acusado habría buscado y consumido canciones de lucha e información sobre Estado Islámico en Internet en 2019, años antes de llegar al país germano. Como resultado, habría interiorizado la ideología. A esa conclusión han llegado los investigadores al analizar uno de sus teléfonos móviles.
El abogado Simon Rampp, que representa a ocho personas de la acusación particular, declaró antes del inicio del juicio que en su opinión «las pruebas son abrumadoras. Los investigadores han hecho un trabajo extremadamente bueno«. Ramp anunció que abogaría por la pena máxima en caso de confirmarse las acusaciones.
Sin embargo, como representante de la acusación particular comentó que su papel es también apoyar emocionalmente a las víctimas. Sus clientes no pueden esperar ninguna indemnización material. «No podrán obtener ninguna compensación por el dolor y el sufrimiento», dijo el abogado. La Audiencia Superior de Düsseldorf ha fijado 22 días de juicio hasta el 24 de septiembre.
El propio Issa al H. se ha negado hasta el momento a declarar. Sin embargo, se dice que ha hablado con un psiquiatra sobre delirios y alucinaciones. El tribunal considera, sin embargo, que es plenamente consciente de sus actos. El caso desencadenó un debate nacional sobre las normas de expulsión y las medidas de seguridad. Una comisión de investigación del Parlamento del Estado de Renania del Norte-Westfalia está estudiando los antecedentes.
Issa al H. debía haber sido deportado a Bulgaria en 2023, ya que ese país era responsable de su procedimiento de asilo según las normas de la UE. Sin embargo, cuando la Policía intentó recogerlo en su alojamiento, no apareció por ninguna parte. Y al no llevarse a cabo un nuevo intento de expulsión, se le acabó concediendo protección subsidiaria en Alemania.
El semanario 'Der Spiegel' ha revelado que el acusado fue invitado un día antes del atentado a visitar un piso que se le ofreció para poder abandonar la residencia de refugiados en la que se encontraba acogido y facilitar su integración. El funcionario municipal que le acompañó comentó que no mostró al parecer interés alguno y que se mostró depresivo.
¿Tienes una suscripción? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.