La sorprendente llamada telefónica que recibió Ana Obregón de su hijo Aless cuando había muerto

Ana Obregón ha reaparecido este miércoles ante los medios de comunicación. Lo ha hecho para presentar de forma oficial 'El chico de las musarañas', el libro que comenzó a escribir su hijo Aless Lequio y que su madre ha terminado. Este encuentro con la prensa es el primero de la veterana presentadora y actriz tras convertirse en madre por gestación subrogada.

Al comienzo del acto se ha emitido un vídeo con el que Ana no ha podido contenserse y se le han escapado alguna lágrima. En primer lugar, la actriz ha agredido la presencia de tantos medios de comunicación. «En 40 años no he visto tantas cámaras», ha señalado.

En su comparecencia, ha comenzado con la frase favorita de su hijo: «Todo lo que haces con amor tiene eco en la eternidad». Así, Ana ha señalado que lo ha hecho «con amor, con todo el que a él le hubiera gustado realizar».

Ana ha explicado que uno de los sueños de su hijo era publicar este libro. En 2018, cuando vivían en Estados Unidos, donde Aless recibía un tratamiento «muy duro» para el cáncer, la actriz le escuchaba a su hijo teclear con el ordenador por la noche. Así que le preguntó qué hacía. «Estoy escribiendo un libro, cuando lo finalice quiero donar todo a la investigación del cáncer», le contestó a Ana, a la que no le dejó leer nada. Solo le dijo el título: 'El chico de las musarañas'. Y tiene su explicación, cuando era pequeño se evadía de tal forma que «siempre le decía que estaba en las musarañas».

«Mi hijo no pudo finalizar el libro por la culpa del maldito cáncer», ha lamentado. Pasaron dos años y Ana se interesó por lo que había escrito Aless. «No sabía cuánto había escrito. No tenía fuerzas. Llamé a uno de sus amigos y le pregunté qué tenía que hacer para saber la contraseña. Quería leer lo que estaba escribiendo. Lo abrí muy emocionada. Vi el talento que tenía mi hijo para escribir, qué mierda que el cáncer se lo arrebatara», ha señalado.

Ana ha explicado que solo eran 30 o 40 páginas, y preguntó si se podía publicar eso. Le contestaron que era impresionante. «Entonces empecé a escribir. He estado nueve meses encerrada con esta obra. Está escrita por una madre con el corazón mutilado», ha afirmado. El libro «es un homenaje a todos los valientes que luchan por vivir, no solo a la gente con cáncer, a todos los que tienen enfermedades».

Asimismo, ha señalado que ha «conocido dos mundos». El de las plantas de oncología, «donde los enfermos lucha por vivir, son una sonrisa», y el otro, «en el que nos quejamos de todo».

A Ana se le veía algo nerviosa. «Estoy emocionada por mi hijo, sé que allá donde esté, seguro que estará feliz. Ojalá estuviera sentado aquí... así son las cosas», decía al tiempo que ha afirmado que «no hay mayor tragedia que perder a un hijo, pero hay un rayito de luz que me ha mantenido vida y cumplir sus deseos».

Ana ha explicado cómo dio el paso para ponerse a escribir. «Yo llegué de enterrar a mi hijo y no quería vivir. Un día me desperté y abrí el ordenador». En ese momento, ha contado lo que le pasó en su encuentro con la editorial. «He leído sobre las almas, que el ser humano es energía. Y os voy a contar una cosa. El primer día que tuve mi primera reunión con la editorial, llegamos a una comida, pongo el móvil sobre la mesa y empieza a sonar. ¿Y de quién era la llamada? Era de Aless. Pero si el teléfono de Aless está apagado. Entonces dije: esto es una señal. Y eso fue, me dio fuerzas, tengo que hacerlo. Esto es lo que quiere mi hijo», ha afirmado.

A la pregunta de un periodista sobre la polémica que supuso el nacimiento de su hija por gestación subrogada, Ana ha afirmado que «cuando tienes que enterrar a tu hijo, cualquier crítica me hace cosquillas».

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