Calor y ritmo en Bilbao durante los conciertos gratuitos del BBK Live

En el Kiosko del Arenal suena Puño Dragón, un cuarteto de pop rock que electrifica los jardines de la margen derecha de la ría. Izar salió a pasear con su hijo pequeño en coche y se encontró con la banda sonando en vivo. El ritmo la ha cautivado y ha decidido quedarse bajo la sombra de los árboles, disfrutando de algunas canciones de Juegos violentos, el último disco del grupo. Delante de ella se amontonan jóvenes que corean los temas. Algunos portan en sus muñecas las pulseras del BBK Live; otros, como Beatriz, no han conseguido entradas, pero disfrutan y agradecen los espectáculos gratuitos del festival: «Me parece bien que se acerque la música a la ciudad y que sea de acceso para todos». Unos minutos más tarde, Sr. Chicharro se hará presente en este escenario con su envolvente sonido lírico.

Casi de forma paralela, en las Torres de Isozaki se presenta Azuleja, con una propuesta ecléctica y una estética que fusiona distintas influencias y estilos musicales. Su performance mantiene la atención de un público que busca los escasos espacios de sombra que refrescan la explanada. Santiago es de Madrid, vino especialmente al BBK, se está hospedando en casa de un amigo y aprovechó la tarde para venir a ver a Dano, uno de los máximos exponentes del hip hop español, que se presentará en unos minutos en el mismo lugar.

También de manera simultánea, frente al Palacio de Justicia, se amontonan muchísimas personas. No se debe a ninguna manifestación en torno a un caso judicial de alta connotación pública, sino a la banda valenciana La Plata, que con su sonido post punk hace vibrar a los asistentes, quienes se resguardan del sol bajo los frondosos árboles de los Jardines de Albia. Cervezas, botellas de agua, cafés con hielo y helados se consumen en los pastos por igual. Algunos turistas franceses e italianos que estaban en el Café Iruña cruzan la calle, hipnotizados por los golpeteos de los bajos, para sumarse a la fiesta. De los tres escenarios, este ha sido el que más convocatoria ha tenido durante la jornada. Minutos antes, sobre las tablas, tuvo lugar Grande Amore, la banda gallega contagió energía con su ritmo eléctrico. Malen estuvo anoche disfrutando de Judeline y Paco Amoroso, y aprovechó también esta instancia para venir a escuchar estas dos bandas: «No las conozco tanto, pero me han gustado. Suenan bien».

El ritmo en la vida urbana bilbaína es tranquilo. Los escenarios de Bereziak son pequeños oasis sonoros en medio de un sereno viernes estival, donde esta tarde se ha hecho sentir tanto el brillo del sol como la intensidad de la música.