Azkena Rock Festival 2025
Quique González feliz a más no poderEl cantautor rock madrileño dio un estupendo concierto al aire libre y con luz solar, logrando ser cercano en las amplias distancias, versionando a Dylan y estrenando una canción, 'Terciopelo azul', que entrará en su próximo álbum
Se le vio feliz desde que entró hasta que salió del segundo escenario principal al bueno de Quique González, quien al poco de empezar nos ... agradeció la presencia con un «eskerrik asko, gabon», nos recordó que ya había actuado en el Azkena Rock Festival en 2007, y avisó de que iba a hablar poco porque solo tenían 50 minutos de actuación.
A la postre fueron 54 minutos para 13 canciones, entre ellas su reciente último single, 'Terciopelo azul', que entrará en su próximo álbum oficial, titulado '1973' (¿¡por su año de nacimiento!?), previsto para el 3 de octubre, y que según la promoción el artista en este trabajo insiste en el compromiso con la música de raíz (americana, señalemos) y la poesía cotidiana.
Y a pesar de que su música no sea la más festivalera del mundo, la luz solar aun brillara en la tarde y el concierto fuera al aire libre, el madrileño Quique, en sexteto, con dos nuevas incorporaciones en la banda estrenadas justo este jueves, supo imponerse con su íntimo cancionero empero la supuesta desproporción, el evidente gigantismo del espacio: sonó muy bien, se distinguió a cada miembro de la banda, y supieron reproducir los matices de un disco.



Repasemos las trece canciones. Abrió con 'Kamikazes enamorados' y la gente, con muchas mujeres y muchos niños en las primeras filas, cantó hasta gesticulando. Ahí la batería retumbó bastante, como en un concierto de estadio, pero a la segunda, la sosegada a lo Ryan Adams 'Detectives', ya estaba todo equilibrado y se oía como ya se ha dicho: igual que en un disco. Delante algún fan de Quique hablaba de su 'honestidad' en el negocio, y la tercera, 'Miss camiseta mojada', tuvo estribillo también de estadio.
Rock americano fue 'Sangre en el marcador', y al decir en la letra la palabra 'tormenta', justo entonces, comenzó a llover, pero no llegó ningún chaparrón. Como los Rolling Stones en un gran estadio y a tres guitarras llegó '¿Dónde está el dinero?', y tras 'Trucos fáciles para días duros' la cita cursó aún más hacia arriba, y eso que había empezado con altura.
'Terciopelo azul', la novedosa, resonó a los Eagles suaves y contuvo, y contiene («ya se puede escuchar por ahí», dijo al presentarla aludiendo a las redes), una de las mejores letras del madrileño. 'Amor en vano', la adaptación de Bob Dylan, la reprodujo el sexteto con épica sudista, 'Avería y redención' comenzó en plan pop de autor de la escuela Nick Lowe antes de sumergirse en una liturgia gospel, y mucha influencia de la Generación Beat se percibió en la letra de 'Relámpago', con otro estribillo quedón coreado por la gente: «dime dondeeee...».
'Salitre', uno de sus primeros temas conocidos, también fue coreado con especial fruición por el gentío, 'Charo' tuvo contoneo para chicos y chicas, y tras decir «muchísimas gracias a todo el personal, a todos los trabajadores del festival, y por supuesto a nuestros técnicos» y tras desearnos que lo pasemos bien los tres días del Azkena, cantó como Bruce en un estadio 'Vidas cruzadas' y se despidió junto a su banda, y quedándose el último, lanzando púas a las primeras filas, antes de hacer mutis él solo, tras una labor tan bien realizada que es difícil poder hacerla mejor.
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