Luchadora incansable y alumna aventajada de Springsteen
Melissa Etheridge resiste a su 61 años tras lidiar con un cáncer, la incomprensión por su condición gay y el fallecimiento de un hijo víctima de los opioides
Su primer recuerdo musical de impacto fue una interpretación televisiva de 'Feelings' a cargo de Barbra Streisand. La voz que le ganó a través de ... la radio fue la de Ray Charles y decidió que la música y componer canciones iba a ser su trabajo cuando devoró 'Born to Run' de Bruce Springsteen. Atrapada en estos tres puntos cardinales sonoros, Melissa Etheridge no tenía escapatoria. Una guitarra acústica fue su compañera desde los ocho años. No se despegó de ella durante sus conciertos en los garitos de su Leavenworth natal y de Los Angeles y pasó a ser parte de su imagen corporativa en su ascenso artístico a finales de los ochenta y primeros de los noventa del pasado siglo.
Desde entonces, amasa una obra con 16 álbumes de estudio desde su debut en 1989. Sus primeros cinco trabajos confirmaron a Etheridge como sólida intérprete de ese rock clásico de sonido acústico, producción pulida y varios picos de excelencia compositiva. Como sello distintivo, una voz áspera de tesitura grave, con reminiscencias del Springsteen más ardiente. Temas como 'Ain't it Heavy' o 'Come to my Window' le valen dos Grammys a la mejor interpretación vocal femenina de rock.
El álbum 'Born to Run' del 'Boss' le convenció de que componer canciones era su camino
Su repertorio se amplía con muestras de una música de raíces que, en ocasiones, hace guiños a la radio fórmula, sin dejar de perder cierto barniz de autenticidad. Letras de confesiones profundas, autoafirmación y esperanza. Sin llegar a la poética callejera de 'Jungleland', su tema favorito del repertorio de Springsteeen, pero con la marca personal de una mujer en lucha constante.
En enero de 1993, Etheridge daba a conocer de manera pública su condición homosexual en un acto organizado para celebrar la investidura presidencial de Bill Clinton. A partir de entonces, su música va de la mano con un una exposición social continua en defensa de los derechos del colectivo LGTBIQ+. Llega incluso a suspender conciertos en estados donde las leyes dificultan o prohiben el matrimonio entre personas del mismo sexo. De su relación con Julie Cypher nacen dos niños, Bailey Jean y Beckett, mediante inseminación artificial.
Cuatro álbumes imprescindibles

1989
'Brave and Crazy'
Valentía y locura para una segunda obra de despegue y tres temazos: 'No Souvenirs', 'Sleep While I Drive' y 'Royal Station 4/16'.

1993
'Yes I am'
Su gran éxito comercial llega en el tercer disco. 'I am the Only One' o 'Come to my window' no faltan en sus actuaciones.

2001
'Skin'
Un disco de ruptura, en este caso sentimental. Sus canciones ilustran el fin del amor de Etheridge con Julie Cypher.

2024
'I'am not Broken'
Grabado en vivo en el correcional para mujeres de Topeka. Poderosa conexión musical con una audiencia femenina entre rejas.
El donante de esperma termina por hacerse público y suena inmejorable. Se trata de David Crosby. En octubre de 2004, llega otra razón para apretar los dientes. Se le diagnostica un cáncer de pecho al que vence tras el duro peaje de la quimio. Su vuelta a los escenarios es célebre en los Grammy de 2005, cuando da la réplica a Joss Stone en un homenaje a Janis Joplin en el que interpreta una versión de 'Piece of my Heart' demoledora.
Tras superar la enfermedad, el repertorio de Etheridge se vuelve más trascendente y, para qué negarlo, un tanto más previsible. En 2006 gana el Oscar a la mejor canción original con 'I Need to Wake up', que viste el documental 'Una verdad incómoda'. El destino le guarda otro golpe bajo, la muerte de su hijo Beckett a los 21 años por una sobredosis de opioides en mayo de 2020. Desde entonces, no hay material original, pero conserva su poderío sobre el escenario a sus 61 años.
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