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Diamond Dogs ofrecieron un concierto de 17 canciones, en 75 minutos. Igor Martin
Azkena Rock Festival 2025

Homenaje diluido a Little Richard en la noche del festival vitoriano

Los suecos Diamond Dogs, acompañados por un violinista que no pegaba y un casi ausente invitado Chris Spedding, repasaron su disco conjunto 'Macon Georgia Giant', con once versiones del pionero del rock and roll

Sábado, 21 de junio 2025, 14:01

Aunque estuvo bien, se quedó corto y se diluyó con el discurrir del concierto de 17 canciones en 75 minutos el homenaje que los roqueros suecos Diamond Dogs (Katrineholm, 1993), acompañados por el guitarrista británico Chris Spedding, tributaron el viernes de madrugada al gran pionero del rock and roll Little Richard (1932-2020), al que han dedicado su último álbum, el bautizado 'Macon Georgia Gigante' (2025), o sea el 'Gigante de Macon, Georgia', donde nació el héroe de 'Tutti frutti' y 'Long tall Sally', dos canciones que no sonaron durante esa velada, por cierto.

Se subieron siete músicos a escena y hubo varios errores de concepto: la mayoría de los solos el violinista los llevó por terrenos extraños (¡folk!), todo el rato el pianista Duke of Honk mantuvo una postura impropia, despatarrado en una esquina con el teclado sobre sus muslos, el bueno de Chris Spedding (¡cumplió los 81 años el martes de esta semana!), cano y clavado físicamente al locutor Juan de Pablos, pasó inadvertido casi todo el show (cantó dos canciones él, y ninguna fue su conocida entre nosotros 'Correcaminos / Roadwunner'), y el cantante principal, Sulo, con una barriga disimulada, oculta, por la chaqueta, se puso muy pesado pidiendo coros, manos arriba y demás. En una ocasión solicitó que encendiéramos las linternas de los móviles, ¡y nadie le hizo caso!, ¡qué gente más inmisericorde! Normal que Sulo preguntara a menudo: ¿me entendéis, estáis cansados, estás dormidos...? Sulo, ¡haber pedido al teclista que se sentara como es debido!

Eso sí, estuvieron muy bien entre los siete miembros el guitarrista solista sueco Lars Karlsson, una suerte de Ariel Rot escandinavo, el baterista enfático y engrandecedor también se salió a los coros, y el bajista no solo se hizo notar por la pinta de Buffalo Bill hippie. Y el bolo estuvo bien, insistimos, pero con ese repertorio debería haber resultado arrasador. Spedding permaneció demasiado asusente, el violín fue un error de concepto brutal (¡haber traido un saxo tenor!), y Sulo se puso pesado cual animador de feria y se le vio cerca del infarto (por el final entre bambalinas preguntó la hora a un técnico).

El concierto comenzó con canciones dedicadas al homenajeado Little Richard, quien se mereció más referencias y presentaciones explícitas de Sulo en plan predicador o cuando menos reivindicador de la figura del Melocotón de Macon. Los DD y su discreto invitado abrieron fuego con 'King of rock and roll' (aunque en su fuero interno Richard Penniman se consideraba una reina), y lo del violín fue surrealista, aunque si funcionó la cosa en el rock and roll 'Hey, hey, hey, hey', que sonó a lo Shakin' Stevens frenético,

El sonido, el estilo, cambió en el funk 'Speadin' natta, what's the matter?', con otro violín fuera de lugar (¡funk con violín!), y seguidamente pasamos por el Himalaya del concierto: el gospel reverente y comunitario 'Shake a hand', original de Little Richard (que ya saben se hizo predicador harto de los pecados del rock and roll y tras un susto que se llevó en un avión), el R&R 'Dew drop inn', el ritmo y blues saltarín a lo Big Joe Turner 'True fine mama', cuando la parroquia aportó sus coros espontaneamente (honey, honey...), y otro gospel climático como 'Great gosh a'mighty'.

Estaban tocando el disco 'Macon georgia Giant' en el mismo orden. Un disco muy molón, por cierto. Mejor que el concierto: y es que no trae violín estelar la grabación. Y ya solo les quedaban el groove 'Poor dog', la balada 'Send me some lovin`', la verbenita Nueva Orleans de 'Slippin & slidin' (una metáfora sexual), y el rock and roll atemporal 'Bama Lama Bama Loo', un tramo que no les quedó tan bien, tan apoteósico, porque a Sulo se le veía sin aliento.

Ahí se debió acabar el show, pero se prolongó sin decir adiós a Little Richard. Spedding cantó suavito dos temas suyos, 'Hurt by love' y 'Motor bikin', bien acompañado por la banda, y el prólogo lo coparon tres temas de los Diamond Dogs, dos rocanroles muy stonianos y el medio tiempo muy Rod Stewart y muy bonito 'Passin' through my heart'.

Y nos estábamos yendo todos y sin venir a cuento soltó Sulo: «free Palestine», o sea «Palestina askatu».

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