Koldo Montoya, el padre que multiplicaba feligreses
Llevaba una década al frente de la parroquia de Santa Clara, en Zabalgana, donde destacó por formar una numerosa y activa comunidad cristiana, logrando atraer a muchas familias y jóvenes del barrio
Sergio Carracedo
Jueves, 17 de febrero 2022
Koldo Montoya, el sacerdote que multiplicaba los feligreses en la parroquia Santa Clara de Zabalgana, falleció a mediados de febrero en el Hospital Universitario Araba ( ... HUA). Hacía una década, desde que se puso al frente de la parroquia de Santa Clara donde destacó por formar una numerosa y activa comunidad cristiana, logrando atraer a muchas familias y jóvenes del barrio y de otros distritos de la capital alavesa.
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Con su llegada al barrio los bancos de la iglesia comenzaron a abarrotarse. Diez años después de su estreno, la afluencia se había duplicado y a las misas familiares acudían unas 400 personas con un promedio de edad de unos 20-40 años. Él mismo contaba en EL CORREO, poco meses antes de su muerte, las claves del éxito de sus oficios religiosos: «Lenguaje actual, buscar mucho la creatividad, música más movida y dejar que los asistentes tengan presencia activa en la misa». Durante su ingreso hospitalario, las ceremonias dominicales se llenaron de rezos por su recuperación.
Montoya también había ejercido en la iglesia de San Juan Bautista, en Judimendi y estuvo siete años como misionero en Ecuador. De vuelta en Vitoria, dirigió La Esperanza, en Los Herrán, durante quince cursos. Ya en Zabalgana, formaba a niños en catequesis y contaba con un grupo de scout que «funciona de maravilla». Con su fallecimiento, Vitoria perdió a un referente que con su personalidad y creatividad atrajo a muchos creyentes que se habían ausentado de los templos.
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