La retención de las nóminas, principal motor de la recaudación de las haciendas vascas

El resultado de la recaudación desde enero a noviembre para las haciendas vascas es relativamente bueno, aunque el dato frío sobre la evolución de los ingresos no lo refleje. La razón es que hay un efecto oculto y extraordinario que ha hecho mella en la caja de las diputaciones forales. Es el impacto que ha tenido este año una sentencia del Tribunal Supremo, en respuesta a una demanda de antiguos trabajadores de banca, y que ha declarado libre de impuestos una parte de las pensiones que cobran muchos ciudadanos. Se trata de empleados de sectores o empresas como la banca, Tabacalera, Telefónica o notarías, que hasta 1979 habían realizado aportaciones a sus propias mutualidades para cubrir sus pensiones. El Supremo estimó que estas cantidades que destinaron en su día a la mutualidad eran en realidad ahorro, de ahí que en el momento de convertirse en pensionistas estaban recuperando cantidades que ya habían sido consideradas renta en su momento.

La campaña de devolución del IRPF cobrado de forma indebida a estos pensionistas no ha concluido aún, ya que han podido reclamar un periodo de cuatro años -el que va de 2019 a 2022- y las haciendas forales aún están tramitando las reclamaciones. Bizkaia ya anunció que solo le queda un año por liquidar y que lo hará antes de que concluya 2024. Por otra parte el impacto ha sido doble y será duradero en el tiempo, porque ya en la declaración de ingresos de 2023 y en la liquidación del IRPF de ese ejercicio los más de 250.000 contribuyentes vascos afectados han podido aplicar una reducción en el impuesto. Según las últimas estimaciones de las haciendas vascas el 'efecto mutualistas' puede haber generado una menor recaudación de impuestos este año en el entorno de los 800 millones de euros.

Aunque por el momento solo se dispone de un avance del contenido de esta recaudación de once meses, está claro que el mejor comportamiento se ha registrado en las retenciones de los salarios, con incrementos del 9,4% en Gipuzkoa, del 6,6% en Álava y del 6,1% en Bizkaia. Esto refleja el impacto que tiene en la recaudación el buen comportamiento del mercado de trabajo, el aumento de la población ocupada y también la subida de salarios que se ha producido a lo largo del ejercicio.

Mientras tanto también se ha registrado una evolución positiva en el Impuesto de Sociedades, si bien por las especiales características de su liquidación ello más bien refleja el aumento de beneficios de las empresas en 2023 y no en 2024 que, se intuye, va a suponer una cierta desaceleración en el margen de negocio, sobre todo en las actividades industriales.

Además, el IVA, el auténtico termómetro del comportamiento del consumo ha tenido un comportamiento errático por territorios, lo que impide por el momento sacar conclusiones definitivas. Así, en Gipuzkoa refleja una caída del 2,5%, mientras que en Bizkaia es más acusada y se sitúa 9,8% -en lo que hace referencia a la gestión propia de las Diputaciones- y ello es debido a los diferentes ritmos de devoluciones que tiene cada unas de las haciendas territoriales. En Álava el IVA ha tenido un signo positivo de crecimiento del 0,9%. Lo lógico es que a finales de año y si no hay un comportamiento atípico en cuanto a las devoluciones este impuesto refleje un comportamiento más plano, de la mano del aumento de los precios y de un incremento de la demanda que, aunque moderado, aún tiene signo positivo.

El impuesto sobre hidrocarburos -Bizkaia es la referencia clave para este tributo- refleja un descenso del 1,1% y este es también un buen reflejo de la desaceleración de la economía y de los recortes en el consumo de los ciudadanos y las empresas. Hay que tener en cuenta que este impuesto grava el número de litros de carburante que se consumen y que en el mismo no tiene influencia alguna el precio, de ahí que no esté influido por la fluctuación de su cotización en el mercado.

Por territorios,el mejor comportamiento en la recaudación de impuestos se sitúa en Álava, que ha registrado un aumento del 1,44%, seguido de Gipuzkoa con un alza del 1,12%, mientras que Bizkaia ha registrado un comportamiento plano para empatar la cifra alcanzada en el periodo de enero a noviembre del pasado año.