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El juego supera fronteras… mientras engorda las arcas públicas

Competencia apoya la reforma del Gobierno para eliminar barreras con otros países en el póker 'online', impulsor de la recuperación de las apuestas por internet

Sábado, 20 de enero 2018

El juego es toda una industria en sí mismo, tanto que factura cerca de 9.000 millones de euros al año y a su vez derivas a las arcas públicas prácticamente otros 1.700 millones en impuestos. Al igual que ocurre con la tributación sobre el alcohol y la cerveza (casi otros 1.200 millones entre ambos), además del tabaco (camino de los 6.800 millones), se trata de conductas siempre rodeadas de cierta controversia en el plano moral aunque muy lucrativas para el Estado, sobre todo cuando en tiempos de crisis se disparó el déficit y hubo que apretarse el cinturón para cuadrar cuentas.

Pero volviendo al azar convertido en negocio, los residentes en España parecen estar recuperando poco a poco el optimismo aunque aún están lejos del brío que alcanzaron antes de las dos últimas recesiones económicas que ha sufrido el país. De esta forma, frente a los máximos históricos de ingresos alcanzados entre 2007 y 2009 superando la barrera de los 10.000 millones (el récord fue en 2008 con 10.769 millones, una vez descontados los desembolsos en premios), en 2014 se registró casi el nivel más bajo en lo que llevamos de siglo.

Corría entonces el último año de la crisis y la industria del juego 'sólo' logró aquel ejercicio 7.894 millones, su dato más 'pobre' después del año 2000 (7.761 millones) y un 26,7% menos que su máximo anual. Fue la culminación a seis años ejercicios consecutivos de caídas. Desde entonces, y al hilo de la recuperación económica -el PIB de España ha encadenado tres años aumentando a una tasa superior al 3%-, ha entrado en una mejora sostenida que, según las últimas estimaciones, habría continuado a lo largo de 2017 aunque todavía no se han cerrado los datos oficiales.

Del que sí se conocen cifras definitivas -tanto del Gobierno (Ministerios del Interior, competente en este campo, y de Hacienda) como de la Fundación Codere (uno de los grandes operadores del sector)- es de 2016, que culminó con una facturación de 8.886 millones de euros, casi un 2% más que el ejercicio anterior. Hablamos prácticamente del equivalente al 1% del Producto Interior Bruto anual, y algo más de una tercera parte (el 36%) lo aportaron los juegos que dependen del organismo Loterías y Apuestas del Estado frente a un 28% derivado de las maquinas que, a diferencia de sus rivales, sí crecieron ese año.

Son sobre todo las conocidas 'tragaperras' (aunque también se incluyen la de uso meramente lúdico, denominadas históricamente 'de marcianitos'), que captaron 2.502 millones, algo más de dos décimas del PIB. Hay casi 199.000 en todo el país -lejos de las más de 322.000 que se contabilizaban en 1985, en pleno apogeo de este tipo de negocio-, de las que ocho de cada diez se encuentran en bares y restaurantes donde dejan, de media, casi 50 euros al día a sus dueños.

Otro tipo de modalidades como la ONCE (10,5%), los salones de juego (6,7%), el bingo (6,5%), el casino (3,9)%) y otras apuestas presenciales (3,15) se encontraban claramente por debajo en el reparto de esta tarta jugosa. Con todo, la más popular de, todas es el sorteo de Navidad de la Lotería Nacional, al que juegan cerca de 24 millones de personas, por encima incluso de las que votaron en las últimas elecciones generales de junio de 2016.

Internet, poco pero creciendo mucho

Al igual que en el comercio, también aquí internet está ganando terreno con fuerza (un 34,4% más de facturación en los últimos doce meses contabilizados) aunque todavía supone solo el 5% de los ingresos totales, en concreto 444 millones de euros en 2016. Las apuestas deportivas concentran más de la mitad (57%) del juego 'online'. Su impacto, no obstante, rebasa la Red pues sumando el negocio presencial ligado a ellas generaron 638 millones, un 19,5% más que el año anterior.

La otra rama por importancia del juego digital es el póker, que sumada también su modalidad presencial supuso un negocio de 1.570 millones, lejos no obstante de su máximo anual de 2.240 millones registrado en 2013, justo a las puertas de un cambio legislativo que daba más poder a Hacienda y reducía el margen de beneficio de los jugadores. Para paliar ese descenso, el Gobierno pretende abrir fronteras en este ámbito, aunque de forma limitada.

Es el llamado proyecto de liquidez internacional, nacido de un pacto alcanzado en julio entre las autoridades de España, Francia, Italia y Portugal para que jugadores de estos cuatro países puedan jugar entre sí a través de la Red sin limitaciones nacionales. La Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) respalda esta reforma por sus probables beneficios económicos, en términos de más ingresos para todos los actores, e incluso recomienda que se «instrumenten mecanismos dentro de la UE para conseguir una mayor armonización de la regulación del mercado tanto desde la oferta como de la demanda», esto es, acuerdos entre más Estados que afecten a más juegos y permitan a su vez más jugadores.

Es previsible que Hacienda también saque mayor provecho de esa liberalización progresiva. De momento, la industria del juego aportó a las arcas públicas un total de 1.673,8 millones de euros en 2016, es decir, que prácticamente uno de cada cinco euros que facturó (una vez descontados los premios abonados) se lo llevó Hacienda. Los que más aportan al fisco son, con diferencia, las máquinas (730 millones) y los bingos (casi 250 millones), seguidos de lejos por los casinos (65 millones).

Y un último dato curioso, si a la facturación anual neta sumamos el denominado 'rejuego', esto es, el dinero de los premios que se invierte en volver a jugar de nuevo, el montante que habría movido todo este negocio durante ese año superaría los 37.740 millones de euros, un 10% más que en 2015 y de los que el 70% se realizaron de forma presencial.

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