Goldman Sachs dará el sábado libre a los empleados que denunciaron 95 horas de trabajo semanales
El consejero delegado del banco de inversiones estadounidense asegura que «están trabajando para que las condiciones de trabajo mejoren»
El banco de inversiones estadounidense Goldman Sachs ha establecido que el sábado será la jornada de descanso para sus trabajadores de primer año. La decisión llega menos de una semana después de que se hiciera pública una encuesta en la que estos empleados denunciaban abuso laboral, trato inhumano y una media de 95 horas semanales de trabajo. Aunque en un principio Goldman Sachs atribuyó esas condiciones a la gran carga de trabajo del banco y a la pandemia, finalmente, el pasado domingo, su consejero delegado, David Solomon, dijo que los trabajadores de primer año tendrán libre de las nueve de la noche del viernes a las nueve de la mañana del domingo.
«Tenemos que ayudar a la gente a encontrar el equilibrio. Con el teletrabajo da la sensación de que tenemos que estar conectados 24 horas al día. No es fácil, pero estamos trabajando para que las condiciones mejoren», dijo Solomon, en un mensaje al que ha tenido acceso 'The New York Post'. El banco responde de este modo al escándalo provocado por la filtración de una encuesta en la que trece empleados de primer año contaban las terribles condiciones de trabajo que debían soportar. «Hubo un momento en el cual dejé de comer, de ducharme o de hacer cualquier otra cosa que no fuera trabajar desde la mañana hasta después de medianoche», narraba uno de ellos.
Pérdida de salud física y mental
El día a día en Golden Sachs era un auténtico infierno con gritos de sus superiores, encargos con fechas límite poco realistas y mucha presión. Ese ritmo de vida ha resentido seriamente la salud física y mental de los nuevos empleados y el 75% de los encuestados dice haber considerado buscar algún tipo de terapia para manejar el estrés al que están sometidos. Por ello estos empleados acompañaron la encuesta de una serie de exigencias entre las que destaca un máximo de 80 horas de trabajo semanales y una jornada de descanso, el sábado, una petición que la empresa acaba de cumplir.
La medida adoptada por el banco espera aligerar la ansiedad de los jóvenes analistas. «Esto va más allá del trabajo duro, esto es inhumano. Es abuso», aseguraba uno de los empleados. Su rutina diaria incluye una jornada de trabajo sin descanso de hasta 20 horas y acostarse sobre las tres de la madrugada, muchas veces para no poder dormir por el estrés que acumulan. El ritmo de trabajo de Wall Street es conocido por ser uno de los más exigentes del mundo. Además, los nuevos empleados no suelen denunciar los abusos laborales por miedo a que pueda afectar a su carrera profesional.