95 horas de trabajo semanales en Goldman Sachs
Una encuesta del banco de inversión revela las condiciones de trabajo «abusivas» e «inhumanas» que sufren sus nuevos empleados
Jornadas interminables, abuso laboral y trato inhumano. Un estudio elaborado por Goldman Sachs en febrero y difundido el jueves a través de Twitter ha desvelado el infierno que sufren los empleados de primer año que entran a trabajar en el banco de inversiones estadounidense. La encuesta, realizada a trece trabajadores noveles de la firma, refleja en sus once páginas el estrés al que están sometidos los nuevos empleados, que trabajan de media 95 horas a la semana y duermen cinco horas al día.
Los analistas afirman haber recibido gritos de sus superiores, haber sido ignorados en reuniones y recibir encargos con fechas límite poco realistas. Todo ello repercute en la salud física y mental de los trabajadores que se quieren labrar una carrera en el mundo de las finanzas. «Hubo un momento en el cual dejé de comer, de ducharme o de hacer cualquier otra cosa que no fuera trabajar desde la mañana hasta después de medianoche», cuenta uno de los empleadas en uno de los testimonios que acompañan la encuesta. «Ya no puedo dormir porque mis niveles de ansiedad están por las nubes», apunta otro. «Estar desempleado me asusta menos de lo que me pueda ocurrir si sigo manteniendo este ritmo de vida», asegura un tercero.
Los trabajadores encuestados no están dispuestos a permitir las condiciones de trabajo actuales y, de seguir así, la mayoría afirma que optará por abandonar su puesto en los próximos seis meses. Por ello, acompañan la encuesta de una serie de exigencias entre las que destaca un máximo de 80 horas de trabajo semanales y el respeto al descanso -menos en situaciones excepcionales- desde las nueve de la noche del viernes y hasta el domingo.
Terapia para el estrés
Películas y libros se han encargado de retratar el ritmo frenético de Wall Street, donde los niveles de exigencia son máximos. Sin embargo, va mucho más allá. Muchos aprendices aguantan el alto nivel de presión bajo la promesa de un futuro empleo bien remunerado y pocos denuncian las condiciones laborales por miedo a cómo pueda afectar a su carrera profesional.
Por eso es especialmente llamativo lo ocurrido en Goldman Sachs, donde un joven asegura que «esto va más allá del trabajo duro, esto es inhumano. Es abuso». Su rutina diaria incluye una jornada de trabajo sin descanso de hasta 20 horas y acostarse sobre las tres de la madrugada, muchas veces para no poder dormir por el estrés que acumulan. Ese ritmo de vida ha resentido seriamente la salud física y mental de los nuevos empleados y un 75% de los encuestados dice haber considerado buscar algún tipo de terapia para manejar el estrés al que están sometidos.
La firma, por su parte, ha atribuido las quejas la carga laboral que tienen en los últimos tiempos. «Nuestra gente está muy ocupada porque el negocio es sólido y los volúmenes (de trabajo) están en niveles históricos». El banco también atribuye los testimonios de sus empleados al Covid-19. «Tras un año de pandemia, es comprensible que haya mucho estrés, por eso estamos escuchando sus inquietudes y tomando medidas para atenderlas», apuntan.
Pero detrás del informe difundido hay mucho más de lo que se ve a simple vista. En 2015, un analista de primer año de Goldman Sachs, Sarvshreshth Gupta, se precipitó desde lo alto de un edificio y murió al instante. Semanas antes, el joven de 22 años había alertado a su padre de que se sentía desbordado por el estrés del trabajo, al que dedicaba 100 horas semanales.