Rolls comunica a los mercados la venta de ITP y anuncia que seguirá siendo «socio estratégico»

Rolls Royce ha comunicado esta mañana a primera hora al regulador británico el cierre definitivo de la venta de la aeronáutica vasca ITP Aero. De este modo da por entregada la llave y el mando en plaza a Bain Capital en la aeronáutica con sede en Zamudio que da empleo a cerca de 4.000 personas, cerrando así una operación que inició hace casi dos años, en otoño de 2020 cuando anunció la puesta a la venta de la compañía con el objetivo de obtener ingresos por 2.000 millones de libras para reducir su deuda. De todos modos, y tal y como se ha trasladado a todos los documentos de acuerdo, Rolls Royce ha confirmado que seguirá siendo un «socio estratégico» de ITP, al que considera un proveedor de primer nivel.

La aeronaútica vasca juega un papel trascental en la fabricación de componentes del nuevo motor estrella de la firma británica, el 'UltraFan', llamado a jugar un papel clave en la nueva generación de motores eficientes para implementar tanto en aviones de uno, como de dos pasillos. Además ITP Aero lidera varios aspectos del programa europeo FCAS, el más ambicioso de la aeronáutica de Europa, destinado al diseño del nuevo caza que desarrolle el Eurofigther.

El acuerdo por el que Rolls Royce vende ITP Aero a Bain Capital fue autorizado por el Consejo de Ministros el pasado lunes en un procedimiento no exento de incertidumbre. El plácet del Gobierno de España es prescriptivo, ya que la aeronáutica vasca desempeña un papel clave en el sector estratégico de Defensa. Pero, el visto bueno tramitado en la útlima reunión del Gobierno no fue publicado en el BOE. Las empresas afectadas esperaban una comunicación oficial para dar tramitación e información a los reguladores del mercado británico, cosa que no han hecho hasta hoy, una vez que ayer a medio día recibieron la comunicación oficial.

El acuerdo preserva el mantenimiento de la plantilla y la sede de ITP Aero en Euskadi, pero no se ha logrado formalizar con una de las principales exigencias del Gabinete de Pedro de Sánchez: la presencia en el consorcio de los nuevos dueños de un 30% de socios españoles que acompañen a Bain. El Gobierno central apostó por una entrada de Indra, pero el movimiento provocó el cese de cinco de sus consejeros y la posterior dimisión de otros dos. Una crisis corporativa que ha llevado a dejar esa vía en 'stand by' y a permitir a Bain a hacerse con el 100% de la compañía. Eso sí, ahora debe dar entrada en el plazo de un año a un 27,5% del accionariado a socios nacionales.

De momento está confirmada la participación de la compañía de Defensa, Sapa Placencia, propiedad de la familia Aperribay, que entrará con una participación del 3%. JB Capital, con un 10% quedará fuera de esta parte porque se considera su participación financiera, no industrial, y da cobertura a la entrada de otra familia vasca de importante capacidad inversora, los Urrutia, a través de Asua Inversiones.

El Gobierno vasco negocia acceder con un 8% de las acciones para obtener un consejero y cierta capacidad de decisión en la compañía. Unas gestiones que inició el departamento de Desarrollo Económico de Arantxa Tapia y que ahora lidera el consejero de Economía y Hacienda, Pedro Azpiazu.

Todos estos procesos serán seguidos por el Gobierno central en una comisión junto a Bain desde la que se abritrará la entrada del socio de referencia industrial para el que se fija un porcentaje de en torno el 18% y que fuentes conocedoras del proceso siguen señalando que se confía en adjudicar a Indra. En cualquier caso, queda un año más para la configuración del accionariado.

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