Sede de Indra en Madrid. Archivo

Indra renueva su cúpula directiva en máximos históricos del Ibex 35

Sus títulos superan por primera vez los 50 euros por acción impulsados por el boom del sector de la defensa

Martes, 28 de octubre 2025, 16:40

Quedan poco más de 60 días para echar el cierre a 2025 y hacer balance, pero en la sede central de Indra, en Alcobendas (Madrid), ... salvo hecatombe final, pueden ir calificando este ejercicio de histórico. Un año que comenzó con un cambio en la cúpula -la salida de Marc Murtra hacia Telefónica y la llegada de Escribano al sillón de mando- y que se cierra, por el momento, con las acciones superando los 50 euros por título en el Ibex 35, una revalorización superior al 190% y una capitalización bursátil que ha llegado a rebasar los 9.000 millones de euros.

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La firma semipública -el Estado posee el 28% del accionariado a través de la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI)- ha sabido aprovechar la palanca de la Defensa para cumplir uno de los objetivos de Moncloa: «conseguir un gigante en el sector». Sus títulos siguen gozando de atractivo para los inversores, a pesar de ser la compañía que más sube en el parqué madrileño en el acumulado del año, y parece que no encuentra techo. Hace apenas un año, en octubre de 2024, la acción de Indra no alcanzaba los 17 euros y ahora supera los 50.

Este martes, sus acciones lideran las ganancias en el selectivo español, en vísperas del consejo de administración de la compañía que se celebra en Alcobendas. Un encuentro de la cúpula directiva de la cotizada con varios temas sobre la mesa y uno en el ambiente: la fusión con Escribano Mechanical and Engineering (EM&E), la empresa familiar del presidente de Indra -Ángel Escribano- y de uno de sus consejeros -Javier-. Según ha podido saber este periódico, este asunto no estaba previsto para su análisis en la reunión. El consejo sigue pendiente, por un lado, del informe de recomendaciones de la comisión ad hoc creada tras el verano para cumplir con los requisitos legales y de buen gobierno y, por otro, de «que se cierren los últimos flecos de la operación», señalan fuentes conocedoras.

Desde el mes de abril, fecha en la que se conoció -e Indra reconoció- el interés por EM&E, varios equipos trabajan en «cuadrar todos los números para que la operación sea satisfactoria para ambas partes», apuntan. Si finalmente se lleva a cabo, se espera que la transacción se materialice en las últimas semanas o, incluso, días del año y será «una fusión entre iguales, nunca una absorción», detallan. Entre los flecos aún por ajustar está cómo se llevará a cabo la operación, que -recalcan diversas fuentes- no implicará intercambio monetario. La permuta se realizará mediante acciones, por lo que Indra deberá acometer una ampliación de capital y calcular el porcentaje final que poseerán los Escribano, siempre sin rebasar el 30%, límite que, según la normativa vigente, obligaría a lanzar una oferta pública de adquisición.

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La clave está en la valoración que se haga de EM&E, en la que participan Goldman Sachs y Morgan Stanley por parte de Indra, y JP Morgan y Banco Santander por parte de Escribano. La horquilla, según los últimos cálculos, se sitúa entre los 1.000 y los 1.500 millones de euros. En el extremo alto, supondría otorgar a los Escribano un 16% del accionariado de la cotizada, superando el límite del 30%; en el bajo, sumarían un 11% a su participación actual y se situarían en torno al 25%, tres puntos porcentuales por debajo del porcentaje que posee el Estado a través de la SEPI.

Cambios en la cúpula

Los inversores dan por hecho que Indra se situará entre las grandes ganadoras del incremento del gasto en defensa que se avecina en las principales potencias, incluida España. La compañía aspira a convertirse en el referente nacional del sector y avanza en ese objetivo mediante un proceso de consolidación apoyado en adquisiciones estratégicas. La de Escribano parece que será la última del año, en el que también se ha adquirido El Tallerón, de Duro Felguera, en el Principado de Asturias, y la más relevante fue la que se produjo a comienzos del ejercicio -una operación impulsada por la anterior ejecutiva de Marc Murtra- con la compra de Hispasat e Hisdesat. Esta transacción, actualmente bajo análisis en la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC), recibirá este martes el visto bueno definitivo del consejo de Indra tras obtener la aprobación de más de una decena de autoridades en distintos países.

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Este es uno de los puntos del orden del día del consejo de la cotizada. El otro está relacionado con la renovación de varios consejeros cuyo mandato expira este 28 de octubre. En total, deben renovarse seis puestos: cinco independientes y uno dominical. Concretamente, concluyen su mandato Belén Amatriain, Virginia Arce, Coloma Armero, Olga San Jacinto y Bernardo Villazán, además de Juan Moscoso, en representación de la SEPI. No obstante, continúen o no en sus cargos, seguirán hasta la próxima junta general de accionistas, prevista para los próximos meses, en la que los propietarios de la compañía deberán aprobar la adquisición de Hispasat y su filial de defensa, Hisdesat.

Durante el último año, la dirección y el consejo de administración de Indra han experimentado una profunda renovación. El relevo más relevante se produjo en enero, cuando Marc Murtra cedió la presidencia ejecutiva a Ángel Escribano tras su designación como presidente de Telefónica.

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Ese cambio abrió un proceso de ajustes en la cúpula. En la junta general de accionistas celebrada en junio, abandonó el consejo Francisco Javier García Sanz, exvicepresidente mundial del grupo Volkswagen y consejero independiente de Indra desde 2022. En esas mismas fechas se conoció también la salida de Luis Abril, hasta entonces consejero ejecutivo y responsable de la dirección general de tecnología, área que incluía a Minsait, la filial digital de la compañía.

Para reforzar el consejo y cubrir las vacantes, Indra incorporó a Eva Fernández y Oriol Pinya. Fernández cuenta con una amplia trayectoria en el sector financiero, con etapas en American Express, Banca March y BNP Paribas. Pinya, por su parte, procede también del ámbito de la inversión y ha trabajado en firmas como Abac, Apax Partners, Merrill Lynch y Boston Consulting Group. Además, ocupa la vicepresidencia de Femcat, una organización empresarial de referencia en Cataluña.

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El proceso de renovación continuó en julio con la salida de Ángeles Santamaría, una de las consejeras independientes incorporadas en 2022. Pocas semanas antes había sido nombrada miembro del consejo de Mapfre. Su vacante fue cubierta en septiembre por Teresa Busto, exdirectiva de Airbus -donde trabajó durante 17 años y dirigió la planta de Illescas (Toledo)- y exconsejera de Renfe Viajeros. Su incorporación aporta una sólida experiencia industrial al órgano de gobierno de Indra.

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