Elordi llega al Labrit con la lección aprendida

Aquel encuentro contra el delantero de Ataun era un «compromiso» que tenía que sacar adelante casi por obligación por estatus y porque era el primer objetivo que se había marcado en este torneo. «Era un partido de tensión y de presión», zanjó. Ahora su perspectiva cambia porque está entre los ocho mejores del Manomanista. «Llego con la mentalidad de disfrutar y dar la máxima guerra posible a los grandes pelotaris que hay».

Si lo consigue, puede convertirse en un oponente muy peligroso. Ya lo demostró hace un par de años cuando sorprendió a todos y se hizo con la txapela tras rentabilizar un momento dulce de juego. Pero ahora la capacidad de dar la campanada es más complicada porque sus rivales le tienen estudiado a la perfección. Artola es su primer escollo este sábado (17.15 horas) en el frontón Labrit. «El de Aspe es un pelotari que saca muy bien y aprovecha el siguiente golpeo para rematar. Siempre se adelanta, y en los cuadros alegres es muy peligroso. Le tendré que tener lejos del frontis», resumió el guipuzcoano.

Tras jugar la final del Parejas, el de Alegia ha preferido recuperarse del esfuerzo realizado durante las dos últimas semanas. «Le he dado más importancia al llegar fresco físicamente y con hambre de pelota que a entrenar mucho», señaló. Desde su punto de vista, lo mejor hubiera sido que se ejercitara en un par de ocasiones, pero en este deporte «lo ideal pasa muy pocas veces». Llega encanchado después de completar el anterior campeonato oficial hasta el final. «Prefiero que sea así a estar un mes sin jugar y haber realizado 10 entrenamientos», apuntó Artola. El miércoles antes de la elección de material se ejercitó en el Labrit «para situarme en el frontón y hacer unos saques».

Elordi también llegará rodado tras su primer encuentro y tras dejar atrás los nervios que siempre atenazan a los pelotaris en el arranque de la modalidad más exigente. La derecha que se lastimó en la conclusión del Parejas respondió bien en el anterior compromiso, «por lo que es un asunto zanjado». La necesita a punto para evitar que Artola saque partido a su sotamano, «con el que pone la pelota muy lejos y me puede complicar las cosas».

Tiene que empezar «sacando bien, metiendo la pelota en pared para incomodarle y estar fino en el remate. Y cuando él ataque a ver si soy capaz de defender con consistencia», manifestó el vizcaíno. El único precedente en el Manomanista entre ambos pelotaris fue la temporada pasada en el Gurea de Azkoitia, con victoria contundente del guipuzcoano (8-22).