«La 'Sotera' vuelve a estar en la cresta de la ola»

EL CORREO ha reunido a algunos de los protagonistas de los dos triunfos en la bahía donostiarra para que intercambien impresiones, así como para recabar su punto de vista respecto a la progresión mostrada por la embarcación morada en el último lustro, que ha puesto fin a una larga etapa de sinsabores. Los más veteranos tienen claro que la victoria del pasado domingo en la madre de todas las regatas «coloca de nuevo a la 'Sotera' en la cresta de la ola y es muy positivo», pero no ocultan su preocupación por el hecho de que «tal y como está el remo en estos momentos los jóvenes que vienen por abajo lo tienen complicado para competir y quizá habría que apostar por una embarcación B al estilo de lo que hacen Orio y Hondarribia para que esos chavales no tengan que irse a otros clubes», coinciden Vizcaíno, González y Macho.

El joven canterano David Núñez -primera vez entre los elegidos- sabe bien de lo que hablan los ex de la casa. «Ahora los equipos que están arriba son algo así como selecciones y es muy complicado hacerse un sitio, pero por otra parte pelear con compañeros de primer nivel por el puesto también te obliga a dar el máximo. En mi caso era consciente de lo que había y, aunque no he debutado no me arrepiento ni tampoco pierdo la esperanza de remar alguna regata antes de que termine la temporada», resalta Núñez, que en enero pasado cumplió 22 años.

Esa era aproximadamente la media de edad de la cuadrilla santurtziarra, compuesta prácticamente solo por remeros locales, que se impuso a Zumaia hace 36 años en aguas donostiarras y que venía pegando fuerte desde hacía varias campañas. «El primer día les ganamos por once segundo y el segundo nos superaron por cinco, aunque hasta llegar a la isla lo pasamos mal y por momentos lo veíamos perdido», recuerda José Carlos González, que posteriormente también conquistó La Concha con Astillero.

El domingo tanto él como Vizcaíno y Macho vieron la regata por televisión con los nervios a flor de piel. «Mentiría si dijese que no estuve empujando desde el sofá en los últimos metros», lanza Vizcaíno sonriente. Los colores tiran mucho. «He visto esta mañana repetida la regata y ha habido un momento en el que, aún sabiendo que la bandera ya está en el club, me he dicho, ¿a que no la ganamos?». «Justo antes de la isla parecía que Hondarribia se nos escapaba», apunta entre bromas Ander Zabala, uno de los cuatro canteranos que remó en San Sebastián y que ejerce también de preparador físico.

Precisamente, el aspecto físico resultó clave a la hora de decantar la balanza ante los fronterizos en los últimos quinientos metros de regata y los más veteranos de la casa reconocen que, tanto en ese tema como en lo referente al material, «el remo ha evolucionado mucho y para bien». «Antes Koldo Urtiaga nos mandaba subir al Serantes y luego dos horas de agua hasta el fondo del canal de Deusto. Llegabas a las ocho de la mañana a entrenar y salías casi a las dos de la tarde», explica José Carlos González.

Y la base de la preparación «era el banco móvil», apunta Macho, proel de aquella 'Sotera' de 1985. «La trainera casi ni la descolgábamos hasta junio. Ahora es todo lo contrario. Apenas se hace móvil y todo se centra en la trainera», recuerda. Una de las razones de ese cambio «es que resulta imposible competir al máximo nivel en ambas modalidades con los mismos remeros y que la competición con las ligas y demás está estructurada de esta manera», apuntan Ander Zabala y David Durán.

Antaño tampoco se planificaba la estrategia a seguir en regata como en la actualidad. «No es que fuéramos a la aventura porque sí había un plan, pero ahora todo está mucho más trabajado y se nota», recuerdan Vizcaíno y González. En eso también acertó Santurtzi el domingo. «La regata salió tal cual nos la había planteado el entrenador», detalla Ander Zabala, aunque su compañero Durán no esconde que «la semana de espera ha sido muy dura». «Me han pasado por la cabeza infinidad de situaciones y no podía casi ni dormir», reconoce.

Por suerte hubo final feliz y «la celebración con la afición ha sido impresionante», destacan. «En nuestra época estaban más acostumbrados a que se ganase y no se festejaba tanto como ahora», concluye Macho. Y todavía queda la traca final porque la 'Sotera' tiene encarrilada la Eusko Label Liga y el domingo, «salvo que se hundan», la corona volverá por segunda vez a Santurtzi.