El Sestao River firma un agridulce empate en la casa del líder
SD Ponferradina 1-1 Sestao River ·
Los verdinegros pudieron sumar un valioso punto frente a la Ponferradina, pero con el jarro de agua fría de torcerse al final lo que habría sido una gran gestaPeru Olazabal
Sábado, 27 de enero 2024, 20:22
Muchos en esta categoría darían por bueno sumar un punto en El Toralín, la casa del líder del grupo 1 de Primera Federación. Es por ello que el Sestao River, anclado en los puestos de descenso, debe dar mucho valor a cosechar un meritorio empate en un escenario así, frente a toda una Ponferradina. Los verdinegros realizaron una auténtica demostración de entrega, garra, sacrificio, resistencia y de no darse por vencidos. Parecía que todo eso le podía llevar a la gesta que habría supuesto lograr un triunfo en El Bierzo. Sin embargo, se marchó con esa sensación agridulce de acariciar la machada y tener que conformarse con las tablas, debido a que Dacosta igualó el marcador en los instantes finales. Por el momento, este resultado deja a los sestaotarras a tres puntos de la salvación.
SD Ponferradina
Prieto; Carrique, Leal (Llonch, min. 65), Lancho, Andoni López; Ernesto Gómez, Lozano, Igbekeme, Dacosta; Valle y Abelenda.
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Sestao River
Puig; Carbonell (Mateo, min. 72), Camero (Mirapeix, min. 54), Gaizka Martínez, Jaso, Etxeberria; Gete (Garai, min. 84), Jon Guruzeta (Azkue, min. 72); Cabo (Leandro, min. 84), Ibai Sanz y Aranzabe.
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GOLES 0-1; Gaizka Martínez (min. 20). 1-1; Dacosta (min. 81)
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ÁRBITRO Fuente Martín, del colegio cántabro, amonestó a los locales Lancho (min. 8) y a los visitantes Jon Guruzeta (min. 6), Aranzabe (min. 22), Carbonell (min. 53), Cabo (min. 61) y Mirapeix (min. 67).
Ante el potencial y la brillante dinámica de una temible Ponferradina, Aitor Calle decidió cambiar de sistema y saltar al verde de El Toralín con una línea de cinco defensas, dos centrocampistas, otros dos extremos e Ibai Sanz solo en punta de ataque. De este modo, también cedió el mando y el control a los locales, quiénes manejaban la posesión a su antojo, pero sin poder atravesar unas líneas que los verdinegros tenían muy juntas, formando un auténtico muro que trataron que fuera inexpugnable para su rival. Estos parecían plantear un partido largo, buscando conservar la portería a cero e intentar aprovechar alguna acción al contraataque para dar la sorpresa.
El plan parecía funcionar en los instantes iniciales, dónde únicamente un golpeo potente y colocado de Andoni López en una falta directa, que se marchó a escasos centímetros del poste izquierdo, hizo peligrar que el marcador inicial se moviera. Además, el cuadro sestaotarra reaccionó de inmediato con una buena acción individual de Jon Cabo zafándose de su marcador, siendo derribado por Lancho, cuando el atacante estaba solo frente al portero. El colegiado pitó la falta al borde del área, pero no expulsó al defensor local, un hecho que le recriminaron los de la Margen Izquierda. Dicha falta la botó Gete, tocó en la barrera y forzó un saque de esquina que, finalmente, fue en balde.
La alegría en la cara de los verdinegros se pintó a los veinte minutos de juego, cuando Gaizka Martínez logró un gol que era todo un rayo de esperanza. Fue en un córner que forzó Jon Cabo en otra jugada que se cocinó él mismo. El extremo vizcaíno fue también el encargado de sacar el córner directo a la cabeza del capitán, que metió la cabeza en medio de un mar de piernas para despistar a Andrés Prieto y poner por delante a los suyos. Si, a partir de ese momento, era de esperar una agresiva reacción de los blanquiazules, por suerte para los sestaotarras, no fue así. Los de El Bierzo tocaban y tocaban, pero no conseguían hacer daño a un Sestao River muy sólido.
La gesta se tuerce al final
El hecho de irse por delante en la casa del líder ya era una proeza, pero de nada serviría si en la segunda mitad, la Ponferradina daba la vuelta al resultado. No valía quitarse el mono de trabajo. Tocaba estar con la misma concentración e intensidad o más si fuese posible. Así lo hicieron los de Aitor Calle, defendiendo su área con uñas y dientes, sin dejar que la Ponferradina chutara con riesgo de marcar, por mucho que rondara las inmediaciones del área. No obstante, todo cambió en los instantes finales. En el minuto 81, la insistencia de los locales tuvo recompensa en forma de gol de Dacosta en el rechace de un córner. Un jarro de agua fría que pudo ser aún peor, ya que, seis minutos después, Lancho estrelló el esférico contra el travesaño.