Iñigo Vicente y Larrazabal, los asistentes

Gaizka Larrazabal asistió en el segundo gol de Asier Villalibre en Lezama ante el Calahorra. Acababa de saltar al terreno de juego, se colocó en su habitual demarcación de extremo derecho, donde había actuado Areso, y en el tercer balón que tocaba lanzó una diagonal envenenada de rosca para que en el segundo palo remachara el 'Búfalo' de Gernika. Significaba su sexta asistencia, abrillantadas con 5 goles, en 15 partidos disputados por el hijo de Aitor Larrazabal, uno de los activos del Bilbao Athletic. Un futbolista punzante y potente.

Antes, en el primer gol de Villalibre, fue Iñigo Vicente el que mandó un centro templado al segundo palo que cabeceó el ariete al fondo de la red de Zabal. Se canjeaba en la séptima asistencia de 'El Mago' de Derio, que endulza sus estadísticas con además 6 goles en 15 partidos. Entre Larrazabal e Iñigo Vicente suman 13 asistencias de los 33 goles totales de los cachorros, por lo que su incidencia es el rendimiento coral es indudable. Por su parte, Villalibre, con sus 11 goles, en el vértice de este trío letal (22 de los 33 goles totales del filial del Athletic), encadena ya cuatro dobletes en Lezama frente SD Amorebieta, Izarra, Langreo y el pasado domingo ante el Calahorra. «Ojalá meta otros 20», comentó Solabarrieta tras la victoria 3-2 ante el equipo de Miguel Sola, al que rebasó en la clasificación.

Solabarrieta quiere darle su toque distintivo respecto a Gaizka Garitano. Más raseo: «Cuando cambian las personas cambian las dinámicas y las ideas. Con Gaizka el equipo ha funcionado muy bien y esperamos seguir con esta dinámica. El estilo es lo de menos, tenemos jugadores con mucho potencial, capacitados para jugar con distintos sistemas», lanzó el técnico ondarrutarra. Quedar entre los cuatro primeros no se descarta en su hoja de ruta: «Formar jugadores y estar lo más arriba posible. Tenemos una mirada lejana del filial, a largo plazo. Nuestra labor es nutrir de la mejor manera posible al primer equipo».

Los lesionados se van recuperando, con Gorka Pérez y Asier Benito ya en liza, Baqué y Sancet siguen con sus procesos de recuperación de sus respectivas operaciones de ligamentos, con tranquilidad aunque sin pausa y cumpliendo los plazos marcados. Al mediapunta navarro ya se le ha visto en el exterior de Lezama ejercitándose. Fueron operados en septiembre y atraviesan el cuarto mes de su readaptación.

Respecto a Seguín, Solabarrieta avanza que se va «poco a poco. Va haciendo cosas, a ver si logramos seguir hacia adelante sin tantos parones». Mientras que el extremo derecho Iñigo Muñoz sufrió el pasado viernes una pequeña recaída que le impidió jugar ante el Calahorra, aunque se le espera para el Real Unión el sábado en el Stadium Gal.