Iraola, en la cuerda floja

El curso anterior, los cherries despidieron al entrenador que había logrado el ascenso, Scott Parker, tras cuatro partidos, por sus críticas hacia la política de fichajes del club. Las quejas de Parker parecían lógicas; la plantilla del Bournemouth se antojaba muy débil para sobrevivir en la Premier, y más con el fútbol atrevido que planteaba el antiguo centrocampista inglés. Se encomendaron entonces a Gary O'Neill, un exjugador sin experiencia alguna en los banquillos, que consciente del nivel de sus futbolistas, planteó un retorno al estilo tradicional inglés: una defensa dura y balones largos en ataque, buscando que sus dos gigantones, Solanke y Moore, pudieran peinarlos hacia sus veloces extremos. Con esta sencilla receta, el Bournemouth se salvó con holgura, tanta que pudo permitirse perder los últimos cuatro partidos de liga y acabar a cinco puntos del descenso.

Sin embargo, la directiva de los cherries no se contentó con la salvación, quería que su equipo jugase un fútbol más vistoso. Y para eso fichó a Andoni Iraola, que se había ganado un nombre con sus tres estupendas campañas en el Rayo. El técnico de Usurbil había salvado a los vallecanos con un estilo atrevido y los dirigentes del Bournemouth pensaron que podría replicar su trabajo en Inglaterra. Además, esta vez sí que hicieron el esfuerzo económico que Parker reclamó sin éxito la temporada anterior. Se gastaron 127 millones en reforzar su plantilla con futbolistas jóvenes que parecían adaptarse bien al juego del técnico guipuzcoano.

Sin embargo, nada ha salido como se esperaba. Las lesiones han impedido que algunos de los fichajes lleguen siquiera a debutar, como la joven perla Alex Scott o Tyler Adams. Otros, como Traoré o Sinisterra, todavía no han sido titulares con Iraola. En las siete jornadas disputadas los cherries han empatado tres partidos y perdido cuatro. En defensa de Iraola debe decirse que el calendario no ha sido benévolo con su equipo; se han enfrentado a cuatro equipos del Big Six, y al Brighton de De Zerbi, uno de los equipos que mejor juega del campeonato.

Datos preocupantes

Sin embargo, existen motivos para la preocupación. La presión alta, una de las señas de identidad de su Rayo, no está funcionando adecuadamente; el Bournemouth se parte con facilidad y sufre en las transiciones. Tampoco el juego ofensivo está teniendo la brillantez a la que Iraola nos acostumbró en su anterior experiencia, los cinco goles anotados en siete encuentros así lo atestiguan. En definitiva, el ex del Athletic está teniendo serias dificultades para implantar su estilo en la Premier y su puesto comienza a estar en entredicho.

Los próximos partidos pueden ser claves para su futuro. El Bournemouth se enfrenta a Everton, Wolves y Burnley, tres rivales directos por la salvación. No puede fallar. Si esto sucede, la aventura inglesa de Iraola podría concluir nada más haber comenzado.