La España de los mil recursos
Las jugadoras de Montse Tomé demostraron ante Suiza tener armas para superar también partidos atascados
Daniel Panero
Madrid
Sábado, 19 de julio 2025, 16:18
España no goleó a Suiza, no marcó cinco como contra Portugal, ni seis como frente a Bélgica, pero ganó un partido muy necesario. Y es ... que las pupilas de Montse Tomé se encontraron con un escenario complicado en el que el rival se supo defender, en el que no encontraron su mejor versión y en el que, pese a todo, lograron el pase a semifinales. Fue un partido diferente en el que supieron sobreponerse a los contratiempos y demostrar los mil recursos que poseen. España ya está a dos partidos de la gloria y tiene armamento para medirse a cualquiera.
Publicidad
«Estoy muy contenta. Aunque no lo parezca, era muy difícil ganar aquí, con este ambiente, ante un rival como Suiza que se defendió muy bien. En la segunda parte ajustamos algunas cosas y le pedí a Alexia que tuviera más control», aseguró Montse Tomé a la conclusión del encuentro. La técnica ovetense se mostró satisfecha tras un partido en el que no las tuvo todas consigo y en el que tuvo que presenciar desde la banda cómo se acumulaban los contratiempos y cómo aparecía una frustración que hasta ahora no se había mostrado en el torneo.
Y es que España fue superior, pero se topó con una guardameta suiza que estuvo soberbia, con un penalti marrado por Mariona Caldentey nada más empezar y hasta con tres disparos a la madera. Todo parecía en contra, pero fue ahí cuando aparecieron los recursos de un equipo campeón. España tiene un once que todos recitan de memoria y una manera de jugar que funciona como un reloj, nunca mejor dicho, suizo. Eso es así, pero el equipo español sabe incluir matices que le hacen un conjunto mucho más versátil y le prepara para encerronas como la que vivió este viernes.
El primer recurso que mostró España fue el de Alexia Putellas como pivote. Suiza ajustó la marca sobre Patri Guijarro para obstaculizar la construcción y fue la dos veces Balón de Oro la que se encargó de dar un paso atrás y hacer esa labor para que el equipo no se resintiera. El plan funcionó y permitió a las de Montse Tomé saltar la presión y comenzar a hacer ataques en estático en campo contrario, un escenario mucho más familiar pese a que esta vez no encontraran la fluidez de días anteriores.
Publicidad
Noticia relacionada
España ya está a dos partidos de la gloria
El plan salió bien y la prueba son los 23 remates, el 88% de acierto en los pases o el 72% de posesión con el que acabaron el partido, pero faltó la fortuna de días anteriores. Quizá no fuera el día de Mariona Caldentey, más desacertada de lo habitual, ni tampoco el de Esther González, todavía con molestias físicas, pero siempre es el día de alguien. Es lo que tiene contar con una nómina de futbolistas habituada a ganar torneos importantes, Balones de Oro y, en definitiva, a competir en este tipo de encuentros.
El siguiente recurso fue alejar de la construcción a Aitana Bonmatí y situarla más cerca del área, el lugar donde pasan las cosas y donde su inagotable calidad podía desequilibrar la balanza. España encontró ahí a la estrella del Barcelona, con tiempo para girarse y a Suiza se le cayó definitivamente el sombrajo. El último recurso fueron los cambios. La selección ya no es un equipo de once buenas futbolistas, sino que ahora hay armamento de sobra para dar frescura al juego y cambiar el partido desde el banquillo.
Publicidad
Aparecieron Leila y Athenea del Castillo cuando el rival más cansado estaba y el cambio de ritmo fue definitivo. Entre Aitana y Athenea derribaron el muro y después Claudia Pina acabó con la resistencia. Fue una muestra más de que España tiene todo lo necesario para ser campeona de Europa y que también sabe sufrir y adaptarse a guiones que no estaban en el libreto.
Los penaltis, un debe
Quizá el principal lunar de España en el partido contra Suiza fue una suerte que, en muchos casos, es fundamental para conseguir un título. Mariona Caldentey mandó fuera un penalti nada más empezar y Alexia Putellas se topó con Peng, guardameta suiza, cuando el partido ya agonizaba. Fueron dos penas máximas que se fueron al limbo y que dejan a España con un debe en este apartado.
Publicidad
Quién sabe si en penaltis o en una eventual final si los penaltis pueden terminar siendo decisivos para decantar el torneo. Los dos fallos a buen seguro han sido un aspecto del que ha tomado nota una Montse Tomé, que ya ensayó este apartado antes del partido contra Suiza y que tendrá que volver a recalcar antes de las semifinales que se disputarán el próximo miércoles. Ahí estará la España del sinfín de recursos.
Accede todo un mes por solo 0,99€
¿Ya eres suscriptor? Inicia sesión