Ratcliffe cerrará el equipo de Froome si hay un escándalo de dopaje
Un tribunal investiga si un exmédico de la escuadra recurrió a prácticas ilícitas en 2011, cuando el conjunto se llamaba Sky
El futuro del equipo Ineos, el antiguo Sky, depende del destino de un paquete con 20 dosis de testosterona enviado en 2011. Un tribunal británico ... investiga a un exmédico del Sky, Richard Freeman, que jura que la caja era para uno de los entrenadores de la escuadra, Shane Sutton, con problemas de impotencia sexual. Sutton lo niega y pone como testigo a su esposa. Si no era para él, ¿para quién?, ¿para algún ciclista? El tribunal sólo juzga si Freeman puede seguir ejerciendo la medicina, pero la sentencia, si desvela alguna relación con el dopaje del Sky, puede complicar el futuro del Ineos, su heredero. El actual patrón del equipo, el millonario Jim Ratcliffe, ha sido tajante en declaraciones a 'The Times'. «Si mi abogado me dice un día que hay un problema con el equipo, eso sería el final».
Si hay escándalo, el patrocinador del mejor conjunto del mundo amenaza con irse. Buena parte de los 40 millones de euros del equipo proviene de Ineos. Ratcliffe paga los sueldos millonarios de Froome, Thomas y Bernal, los tres últimos ganadores del Tour. El ciclismo es otro capricho del magnate, el hombre más rico de Gran Bretaña. Sólo su yate, el 'Hampshire II', vale el triple que el equipo ciclista.
Ratcliffe adora el deporte. Como da paseos en bicicleta con sus hijos por la Costa Azul francesa, acudió al rescate de Dave Brailsford, mánager del Sky, cuando la cadena de televisión británica decidió irse del ciclismo. Aunque no necesita publicidad, Ineos, una multinacional petroquímica, asumió la estructura del equipo. Ratcliffe quería tener uno. El mejor del mundo. También le gusta el mar y sostiene el costosísimo barco británico de la Copa América de Vela (130 millones).
Es, además, un adicto a los maratones. Y ha gastado 20 millones de euros en el desafío de Eliud Kipchoge, el primer hombre que ha bajado de la barrera de las dos horas (1.59.40). El fútbol está entre su lista de preferencias. Sueña con adquirir un equipo de la Premier y, mientras lo logra, ha sido dueño del Lausana y es propietario del Niza francés (180 millones entre los dos). Y como adora el esquí y tiene casa en Courchevel, invierte 10 millones en un club de hockey hielo. En total, se deja casi 400 millones en deporte.
Escándalos heredados
El ciclismo es solo una carta más en su baraja de caprichos. Está en su colección. Para disfrutar. No quiere líos. Cuando durante la pasada primavera se supo que Ineos iba a sustituir a Sky, aparecieron movimientos ecologistas que denunciaron las actividades contaminantes de las empresas de Ratcliffe. A eso, el magnate está habituado. Pero no a escándalos heredados del Sky, el buque insignia del ciclismo británico. El proceso al médico Richard Freeman es un eco envenenado del pasado, del inicio del Sky. En 2011, cuando llegó aquel paquete con testosterona a la sede de la escuadra en Mánchester, el Sky aún no había ganado ningún Tour.
El conjunto edificado por Dave Brailsford hizo de la lucha antidopaje su bandera. Y así han ganado cuatro ediciones de la ronda gala con Froome, una con Wiggins, otra con Thomas y la última con Bernal. Se ha adueñado del Tour desde 2012. Ahora, de ese inicio del equipo en 2011, viene ese aire frío. ¿Para quién eran las veinte dosis de testosterna, un dopante? Sutton niega que fueran para él. Está dispuesto a probar que no tiene problemas de erección. Un tribunal médico inglés juzga a Freeman, que dejó el Sky en 2017. El veredicto sobre si puede seguir ejerciendo como médico llegará, en principio, el 20 de diciembre. Y si en medio de este proceso afloran prácticas ilícitas en el seno del Sky, el futuro del Ineos quedará pendiente de la reacción de Ratcliffe.
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