Delonte West, de estrella de la NBA a vagar semidesnudo por las calles

West sufre de problemas mentales desde hace años. De hecho, en 2008 ya era consciente de ello. «Siempre he tratado de autodestruirme cuando las cosas me iban mejor», llegó a decir. Y parece que, por desgracia, lo ha conseguido: desnutrido, sucio, semidesnudo y sin control vaga por las calles de Washington sin que nadie puede rescatarle de su particular averno.

Nada más conocerse que el protagonista de ambas grabaciones era el deportista -lo confirmó Aaron Goodwin, que en los tiempos buenos fue su agente-, desde la NBA le han ofrecido «todo su apoyo». A él y su familia. El que fuera su entrenador en la NCAA, Phil Martelli también ha intentado echarle una mano. «He hablado con mucha gente que está dispuesta a ayudar. Estamos en contacto con especialistas para obtener la ayuda profesional que Delonte necesita. Es muy doloroso», ha lamentado

West tiene 36 años y jugó nueve temporadas en lo más alto del baloncesto mundial. Calculan que se embolsó unos 16 millones de euros. Sus estadísticas son muestra de su talento: 432 partidos con un promedio 9,7 puntos, 3,6 asistencias y 2,9 rebotes. Formó parte de las escuadras de Boston, Cleveland, Seattle y Dallas. Cruzó pases con auténticos ídolos, como Lebron James, con el que mantuvo una complicada relación de amistad, y recibió el calor del público durante las mejores jugadas. Sin embargo, cuando las luces de la cancha se apagaron para él, en 2012, la oscuridad se cernió también sobre su vida privada.

Su trastorno bipolar casaba mal con la vida desordenada que empezó a llevar. Ya durante su carrera deportiva tuvo algún problema: en 2010 le suspendieron durante 10 partidos por tenencia de armas. Su familia intentó reconducir la situación, pero no ha sido capaz de enderezar el rumbo de una estrella a la deriva por la que ahora muchos se echan las manos a la cabeza.