Laso - Íñiguez de Heredia, dos hombres y un mismo destino
Los entrenadores vitorianos, compañeros de pupitre en San Viator, levanta la Supercopa el mismo día
No son vidas paralelas porque se cruzan muy a menudo. Son, digamos, similares, porque nunca se puede decir que es la misma. Aunque sus carreras ... podrían serlo. Pablo Laso y Roberto Íñiguez de Heredia son dos de los mejores entrenadores de baloncesto del continente. Los dos han dominado Europa. Su palmarés lo dice todo. El de Laso especialmente, que lleva 20, sí 20 títulos con el Real Madrid. El domingo a media tarde, como queriendo rizar el rizo de que fuera el mismo día y casi a la misma hora, se proclamaban campeones de la Supercopa.
La pareja que compartía pupitre en Primero de EGB en San Viator, los dos chicos que se enamoraron del baloncesto en las canchas de Vitoria, levantaban el primer título del curso, uno en Tenerife el otro en Bilbao, al mando de los dos equipos más fuertes de sus respectivas ligas en los últimos años. Íñiguez de Heredia estrenándose con la pizarra del Perfumerías Avenida. Pablo Laso, dueño y señor del banquillo del Real Madrid -y mira que le han movido la silla-.
Porque el chirenismo vive 65 kilómetros más al norte, que Vitoria, en lo que al baloncesto se refiere, podría ahora -y casi siempre- sacar más pecho que Kirk Douglas en Espartaco. Tiene al actual campeón de la ACB, el Baskonia y a los entrenadores del campeón de la Supercopa y la Supercopa femenina Endesa.
Es curioso como la vida va juntado y separando gente mientras alarga pasados, encoge presentes y reparte futuros inevitables. El de Roberto y Pablo sigue siendo tan prometedor como al inicio de la maratón de éxitos que atesoran en la última década. Quién iba a imaginar tanto triunfo cuando volvieron a coincidir en Valencia Basket, en 2004, con Laso en el primer equipo taronja e Íñiguez al frente del filial.
Entre los dos suman ya, redoble de tambores: cuatro galardones al mejor entrenador de la Euroliga (dos cada uno), una Intercontinental, tres Euroligas, 11 Ligas, 10 Copas y 7 Supercopas, la de ayer es la primera para Íñiguez de Heredia. En total 31 txapelas, en nueve temporadas. Acaban de empezar la décima.
«Tengo el mejor equipo»
Claro que sus currículo no es cosa de la providencia. Al final, su talento como entrenadores es el los llevó a dirigir a los mejores equipos. En la casa blanca, Laso ha encontrado una generación de deportistas, algunos encarando el ocaso, muy difícil de volver a reunir. A los años de gloria de Llull y Rudy hay que añadir la aparición del fenómeno Luka Doncic y la brillante madurez de un Facundo Campazzo que el domingo impidió que el Barcelona levantara el trofeo con el que reivindicar un cambio de ciclo en el baloncesto masculino nacional.
A Salamanca ha llegado Íñiguez sin esconder que «tiene el mejor equipo» tras brillar en Turquía, en Rusia y en Hungría. Se quedó a las puertas de su segunda Euroliga demasiadas veces. Este curso tiene mimbres para recordar su debut con Ros Casares en 2012, en la que ganó la Euroliga y la Liga Femenina sin perder ni un solo partido.
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