Es tiempo de caldos y sopas. Descubre qué alimentos utilizar para rendir mejor

En los meses más fríos las sopas y los caldos cobran un gran protagonismo en nuestras mesas. Ya se sabe que la sopa lleva una base líquida que puede ser agua o puede ser un caldo de cocción de alimentos vegetales y/o animales. A esto se le pueden agregar diferentes ingredientes, como verduras, hortalizas, cereales, arroz, pasta, quinoa, mijo, avena…, aportando hidratos de carbono, un alimento fundamental para aquellas personas que realizan actividades deportivas.

Es esencial como fuente de combustible para producir energía antes de realizar ejercicio y evitar la fatiga y el agotamiento muscular tras el ejercicio. Podemos añadir a las sopas también alimentos ricos en proteínas como pueden ser huevo, pescado, marisco, carne, legumbre, frutos secos… Al ingerir los hidratos de carbono y las proteínas después de una actividad física, favorece las reservas energéticas y acelera el proceso de recuperación.

Las sopas ricas en agua van a ayudar a evitar la deshidratación. Es importante tener claro que el agua es tan importante como la alimentación para el deportista para obtener un óptimo rendimiento. Además, este plato es rico en vitaminas y minerales, que son fundamentales cuando se realiza un esfuerzo intenso y continuado por los deportistas que tienden a vaciar los depósitos de estos micronutrientes.

En la preparación de las sopas también se pueden utilizan alimentos antiinflamatorios y antibacterianos como pueden ser el ajo, la cebolla, jengibre o cúrcuma, que protegen al organismo de gripes y resfriados, reforzando el sistema inmunológico necesario para tener un buen rendimiento físico y de salud.