La dieta macrobiótica, ¿compatible con el deporte?

Cada vez son más los deportistas de distintas disciplinas, con mayor o menos exigencia, que dicen seguir una dieta macrobiótica que les ayuda a aumentar su rendimiento e incluso a evitar ciertas lesiones. Varios son los futbolistas que la han introducido en su vida, también, entre otras, la tenista Carla Suárez. Pero, ¿en qué consiste realmente?

La palabra macrobiótica viene une el término griego 'macro', que significa grande, y 'bio', vida, y fue impulsada por George Ohsawa en 1961. Según explica Mónica Mellid, de Nutrición Bilbao, esta dieta divide en dos los alimentos. «Están los de categoría 'Ying', los que se deben consumir,que principalmente son granos integrales, seguido de hortalizas. Las legumbres, semillas y frutos secos constituyen el 5-10% de la alimentación, y se emplean en menor cantidad. Luego están los 'Yang', los de consumo prohibido o limitado, como carnes rojas, huevos, café... El pescado solo es de manera ocasional«.

Para esta experta la base de la dieta macrobiótica, el clasificar de esta manera los alimentos, «no tienen rigor científico». «Según Ohsawa, la representa en diez niveles, y en cada uno se elimina un grupo de alimentos. En su nivel superior estaría solo comer arroz integral, con lo cual sería totalmente contraproducente para nuestra salud encaminarnos hasta ese último escalón», explica.

Por suerte, según indica, son muy pocas las personas que siguen a rajatabla estas pautas de alimentación. «Sus consecuencias podrías derivar en un déficit proteico, vitamina B12, calcio y riesgo de deshidratación».

¿Seguirla con cierto control podría ser beneficioso entonces para los deportistas? «Numerosos deportistas afirman llevar una dieta macrobiótica, que en mi opinión siendo no tan restrictiva se acerca más bien a una vegetariana«. Para Mellid incluir la dieta vegetariana en nuestra vida, «de manera bien planificada», se puede adecuar a todas las etapas de una persona, sea hombre o mujer, y en este último caso «sea durante el embarazo, lactancia o incluso en la infancia, niñez o adolescencia», y también para deportistas.