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Pablo Sanz
Miércoles, 23 de abril 2025, 00:13
El idilio de Haizea Fernández de Romarategui (Vitoria, 2004) con el hielo arrancó desde muy pequeña. La vitoriana comenzó a patinar sobre esta superficie mediante ... algunos cursillos antes de que, con solo siete años, se animara a jugar al hockey gracias al impulso y la referencia de sus dos hermanos mayores. Desde entonces, no ha parado. Tanto es así que ahora la alavesa compagina los entrenamientos con el equipo masculino sub'18 del Bipolo con los que realiza con el Txuri Urdin de Donosti, club con el que ha ganado las últimas dos ligas nacionales. La jugadora alavesa acaba de lograr el oro con la selección española en el Mundial IIHF celebrado en Bytom (Polonia).
– En el primer encuentro cayeron derrotadas en penaltis contra Islandia. ¿Qué aprendieron de este tropiezo?
Fue el partido más inesperado que he jugado con la selección porque esperábamos vencerlas fácil y caímos por primera vez contra ellas. Los últimos dos años ganamos todos los partidos menos el último y este año justo ha sido al revés. Empezamos perdiendo, pero esa fue, a posteriori, la clave del éxito. Nos veíamos los partidos de todas, trabajamos un montón y todo el equipo cambió el chip.
– Cambiaron tanto que luego golearon a México, Corea del Norte y China...
– Nos despertamos de otra manera y vimos que todavía había posibilidades de ganar el Mundial. El partido clave para convencernos de esto fue un día antes de la final contra China. Cambiamos líneas y, sin confianza por no haber entrenado nunca de esa manera, salió todo muy bien.
– Ganaron en la final a Polonia delante de su público. ¿Qué recuerda de aquello?
– Ellas tenían el apoyo de más de mil personas en la grada, pero les silenciamos. Ese partido, tanto para jugadoras como para entrenadores, es el mejor que hemos jugado en la selección. Todos se pensaban que las polacas iban a ganar de goleada y planteamos el partido muy bien. La presión a ellas les mató, no podían salir de zona y fuimos por delante durante todo el partido. No supieron reaccionar de ninguna manera. Al final del partido una jugadora polaca nos confesó que no sabían cómo jugar contra nosotras.
– Fue la máxima goleadora de la selección junto a Indira Bosch con cuatro goles. ¿Qué significó para usted a nivel personal lograrlo en una cita tan importante?
– Me alegro mucho porque al ser una de las líderes del equipo siempre tienes la presión de ser quien mete los goles o saque el equipo adelante y esto, a veces, puede jugarte una mala pasada. Pero he sabido cómo ayudar al equipo y saber cuál es mi rol al igual que Indira.
– ¿Alguno de esos cuatro fue especial?
– El último contra Polonia fue el mejor porque en el hockey siempre se dice que ir ganando por dos goles de diferencia es el peor resultado porque, nada más te metan uno te van a meter el otro e íbamos 1-3 ganando antes de empezar el tercer periodo. Entonces en el banquillo dijeron 'quien meta el próximo gol va a ganar el Mundial' y justo lo metí yo. Con ese gol, Polonia se vino muy abajo y no pudieron remontar. Fue un gol clave para el equipo y para mí.
– ¿Tiene alguna rutina o superstición en los partidos?
– Siempre me ato primero el patín izquierdo y antes de entrar a la pista siempre choco dos veces la valla con el puño.
– En el Bipolo entrena con chicos. ¿Qué tal lo lleva?
– Muy bien. Les conozco y me llevo con todos desde muy pequeña. Tengo mucha confianza con ellos y soy una más. Ahora mismo soy la única chica en el equipo. Ha habido algunas que han pasado, pero tantos años no.
– ¿Cómo ve el desarrollo del hockey sobre hielo femenino?
– Se está viendo que en los últimos años estamos mejorando y hay chicas con mucha proyección. Hay muchas jugadoras españolas que están jugando fuera en Suecia, Estados Unidos o Canadá, lo que quiere decir que hay muy buen nivel. Ahora que estamos en Primera División es un avance muy grande. Se está viendo que el hockey femenino a nivel estatal tiene poder y que todavía vamos a por más.
–¿Cómo animaría a las niñas vitorianas que quieren empezar a jugar?
–Ahora hay muchas niñas empezando. Les diría que se mantengan y sigan entrenando y luchando porque al final los resultados llegarán. A las que no lo hayan probado, que lo hagan, porque es un deporte muy interesante y divertido de jugar.
– ¿Le gustaría jugar en un futuro en una liga extranjera?
– El año que viene me voy a Hungría de Erasmus a jugar todo el año. Es una liga bastante más top y en la que tengo muchas ganas de competir. Todavía estoy hablando con equipos y entrenadores para definir a cual voy a ir.
– ¿Qué objetivos se marca en un futuro tanto a nivel de club como de selección?
– Después de jugar en Hungría me gustaría también poder hacerlo varios años en algún país europeo que tenga buen nivel como Suecia. Con la selección quisiera mantenernos el año que viene en la primera división e ir poco a poco subiendo para poder luchar por un oro en esa categoría.
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