El consejo de Almudena Cid a las gimnastas: ¡Cuestionad lo que no veáis normal!

El estreno del documental 'Athlete A' producido por la exgimnasta Jennifer Say y disponible en la plataforma Netflix continúa suscitando todo tipo de reacciones al relatar la historia del escándalo de los abusos sexuales sufridos por las gimnastas de la selección de Estados Unidos a manos del doctor Larry Nassar. La actriz y exgimnasta vitoriana Almudena Cid necesitó un tiempo para «reposar» todo lo que el documental le hizo sentir, pero después se ha dirigido a entrenadores, padres y gimnastas para evitar que estas agresiones y comportamientos sigan hiriendo a los deportistas.

«Esa estructura donde los intereses económicos y el éxito prevalecen por encima de la salud mental de los deportistas provoca grandes consecuencias», ha señalado Cid antes de poner el foco sobre los técnicos. La vitoriana ha recordado lo importante que era para ella que su entrenador estuviese contento con su trabajo. «Por encima del resultado, necesitaba que me dijera 'bien'. Es un deporte de muchísima exigencia», subraya sin dejar de advertir de que, en ocasiones, las gimnastas terminan dando por cierto todo lo que dice esta figura deportiva.

«El fallo en competición no puede llevar a un entrenador a entrar en una batería de insultos o de vejaciones. A veces, incluso, en presencia de más compañeras, para luego arreglarlo con un súper abrazo cuando consigue hacerlo bien», indica Cid, quien desea que las deportistas no terminen normalizando estas actitudes. A los padres de las gimnastas se les pide que antepongan la protección de sus hijos a sus éxitos -«no tiene sentido verlos en el podio si van a pasar su vida en el pozo del síndrome de Estocolmo»- , y a los deportistas que «el miedo, la sumisión y la amenaza» no les impidan ser libres y les lleven a «aceptar como normal algo que no debería serlo».

«Si necesitas ir a un psicólogo y tu entrenador lo prohíbe, cuestiónalo. Si tu entrenador te prohíbe hablar con gimnastas de otros clubes, cuestiónalo. Ya no os quiero contar si os prohíbe beber agua, comer o cenar. Cuestiónalo. Si tras hacer un fallo en competición te dice que haces el ridículo, cuestiónalo. Si crees que tu entrenador tiene motivos para enfadarse por tu fallo y consideras que en esos momentos cualquier actitud destructiva es normal, ¡Cuestiónalo!», ha pedido en su escrito. Y aunque hablar de los hechos no cambie lo sucedido, Cid asegura que sí altera el modo en que afecta a los deportistas. «Ante el error debe existir reflexión, análisis y un refuerzo. Mi temor es que sean tan jóvenes que no vean el alcance del problema y que el trato que recibieron no fue el adecuado hasta pasados muchos años», resume la exgimnasta en este alegato por una relación deportista-entrenador sana.