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La vitoriana está viviendo su primer año en la NCAA. E.C.

Mi sueño americano: Capítulo primero

«Si hace un año me hubiesen dicho que jugaría en la NCAA y viviría en California, nunca lo habría creido. Vivo un sueño»

Jueves, 22 de noviembre 2018, 11:08

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Desde que llegué a California, me han pasado muchas cosas que nunca hubiera imaginado. Si tuviera que contar todas y cada una de ellas, nunca acabaría, la verdad. La primera que se me viene a la cabeza y que me llamó la atención nada más llegar son los trabajos en beneficio de la comunidad. ¡¡¡Cómo es posible!!! Si en España se establecen generalmente como cumplimiento de una pena o condena (pensé) y aquí se hacen voluntariamente.

Los deportistas de la San Jose State University (SJSU) realizamos estos servicios como parte del trabajo de equipo, como si de un entrenamiento se tratara. Asistimos a residencias de ancianos, comedores sociales, realizamos tareas en la biblioteca y en todos aquellos entornos más desfavorecidos, y la verdad, es que me parece fenomenal ayudar de diversas maneras a la gente, porque creo que todo este día a día nos va a ayudar a crecer también como personas.

En lo deportivo 'flipé' muchísimo con el staff técnico. Las 'coaches' nos tratan como auténticas profesionales o aún mejor. Nunca hubiera imaginado la ropa que iba a tener para entrenar y jugar. Esto es, cada semana prácticamente nos encontramos con indumentaria nueva en cada una de nuestras taquillas del vestuario. Puedo decir que tengo aún un montón de paquetes de calcetines sin estrenar, sudaderas y pantalones de chándal para ponerme cada día de la semana, camisetas de varios colores con el logo de la universidad, tanto de manga larga como corta. A todo esto añadiría mi gran debilidad, las zapatillas. Hasta ahora nos han dado 7 pares de zapatillas nuevas; 4 de ellas para jugar, 2 para el gimnasio y 1 par para viajar.

Adidas es nuestro sponsor y la verdad nos tienen increíblemente equipadas. (Un secreto os voy a contar. El primer día de entreno, me presenté en la cancha toda 'feliciana' con unos calcetines Nike que traje nuevos de casa… Puff… se paralizó el mundo, todos mirando mis calcetines. Tuve que correr a quitármelos y pensé: «mal, Nefer, Nike aquí, mal…»je,je,je)

Los anillos de la NBA

Para los días de partido tenemos nuestras equipaciones con sus correspondientes camisetas de calentamiento, los calcetines con los que debemos jugar y los calentadores, medias y camisetas de compresión que cada una necesite, todo dispuesto en cada una de nuestras taquillas. Tras el partido o después de cada entreno, nos recogen toda la ropa usada para lavar y volvérnosla a preparar para el día siguiente. ¡¡Increíble!!

Cuando jugamos como visitantes cogemos el autobús del equipo hasta el aeropuerto internacional Downtown San José, ya que las distancias entre estados son muy largas y viajamos en avión. En estos casos, es una pasada porque tenemos nuestros chándals de viaje, con mochila y maleta con nuestro número y logo de la universidad. Cada vez que vamos al aeropuerto la gente nos mira muchísimo y la verdad te sientes privilegiada de poder tener todo eso. El último partido viajamos a Portland (Oregón) y cuál fue mi sorpresa que al bajar del avión la entrenadora nos entregó efectivo para algún capricho o lo que necesitásemos. No salía de mi asombro. Y por si eso fuese poco, nuestras entrenador@s nos llevaron a cenar a un prestigioso restaurante de Oregón en cuanto llegamos. La verdad es que nos tienen como reinas.

Por último, si tuviera que resaltar algo más, diría que cada vez que tenemos día de equipo nos da un vuelco al corazón. Significa que vamos al cine, a la bolera o a hacer cualquier actividad juntas y luego a cenar en equipo. Lo sorprendente, y nunca me había ocurrido antes, es que todo corre por cuenta de la entrenadora principal. En cuanto llegamos al cine nos compra tickets o reparte los que tienen encargados por internet y nos permite comprar la bebida y comida que queramos, a todas y cada una del equipo.

Cuando acabamos este tipo de actividades que hayamos decidido hacer como equipo, nos suele invitar a un buen restaurante en el que también cada una elige lo que quiere. Al final del día yo creo que las 'coach' logran su objetivo. Todas acabamos muchísimo más unidas y preparadas para ser una inseparable familia en los momentos difíciles que puedan llegar.

Tenemos unas grandísimos entrenadoras, que nos cuidan muchísimo, tanto dentro como fuera de la cancha y todas nosotras nos sentimos en deuda y esperamos poder corresponderles en la cancha y estar a la altura.

PD.: Hace unas semanas fuimos testigos de lujo de un entrenamiento de los Ángeles Lakers en nuestra propia cancha y pude tener en los dedos de mi mano los tres últimos anillos NBA de los Warriors. Si hace un año me dicen que voy a vivir esto, os diría que ni en mis más recónditos sueños.

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