El Araski da un salto hacia la salvación

La primera ventaja del Araski llegó después de que Mbaka encadenara sus primeras canastas. Fue efímera, ya que el conjunto donostiarra logró castigar en la pintura y los primeros puntos de Pendande repusieron una exigua renta para la formación guipuzcoana, que amplió Mbulito desde la línea de personal.

La alternancia en el marcador permitió al cuadro alavés recuperar la renta después de sendos aciertos desde el perímetro de Hill y Slonjsak, aunque el equipo anfitrión acabó el primer cuarto dominando el marcador merced a un 2+1 de Becky Massey, la más acertada hasta entonces al sumar once tantos en el tramo inicial (23-20).

Hasta siete puntos sin réplica enlazó el equipo donostiarra, acumulados entre los dos primeros periodos, aunque los triples de Van den Adel y Brotons evitaron que la escuadra vitoriana se desconectara. Incluso volvió a equilibrar el marcador cerca del ecuador del segundo acto con un pleno desde los 4,60.

El acierto exterior sostuvo al Araski en los momentos complicados, como un parcial de 0-10. Sin embargo, Mununga hizo sufrir al IDK en la pintura, y Azu Muguruza, entrenadora local, paró el choque para buscar una solución que encontró en Bulgak, que puso el equilibrio en el tanteador antes del intermedio después de otro triple de Hill (38-38).

La propia Bulgak fue la más activa tras el descanso, aunque fue una canasta de Alba Prieto la que obligó a Made Urieta a pedir un tiempo muerto. La solución se hizo esperar, y la diferencia se acercó a la decena de puntos por un triple de Becky Massey.

Pero la energía de Hermida mantuvo las esperanzas de la escuadra alavesa y Hill volvió a acertar desde el perímetro. Una canasta de Mununga tras rebote ofensivo fue lo más positivo para la escuadra vitoriana, aunque Pendande encontró dos situaciones cómodas en el poste bajo para poner el 59-53 antes del cuarto asalto.

Una técnica al banquillo de Made Urieta amplió la renta del IDK al inicio del cuarto decisivo, pero Mbaka se disfrazó de heroína para iniciar la remontada, seguida por los triples de Van den Adel y Hermida, que completaron el cambio de tendencia. Con dos minutos por delante, Pendande volvió a darle la vuelta al marcador en un momento en el que los nervios tenían que ser de acero. Otro triple de Hill puso el 71-72 a falta de siete segundos. Supo defender con acierto el Araski la última jugada para cerrar un triunfo crucial.