El tándem que supera cualquier obstáculo
La vallista Laura Banko y su entrenador Gorka Zuazo sueñan con llegar a los Juegos tras diez años de trabajo conjunto en Mendizorroza
Pablo Sanz
Domingo, 27 de julio 2025, 00:10
Hay simbiosis de técnicos y atletas que han marcado un antes y un después en el deporte. Bob Bowman y Michael Phelps o Toni y ... Rafa Nadal son claros ejemplos de ello. Su persistencia y dedicación diaria les llevaron a lo más alto en sus respectivas disciplinas y a ser reconocidos a nivel internacional. Por ese camino van también la vitoriana Laura Banko y su entrenador Gorka Zuazo. Un tándem sólido y fiel, unidos salgan o no como esperaban los resultados en entrenamientos y competiciones. «Nos sentimos como en casa el uno con el otro», concuerdan.
Llueva, haga calor, frío o nieve, llevan diez años entrenando juntos varios días a la semana en las instalaciones de Mendizorroza. «Cuando empezamos era una atleta del montón, pero muy tenaz en los entrenamientos. Poquito a poquito fue mejorando mucho año a año y categoría a categoría tanto sus puestos como sus registros. No ha habido año que no haya mejorado su marca personal», indica Zuazo sobre su pupila. La progresión de la vallista le llevó a proclamarse campeona de España de 100 metros vallas en 2023 y 2024.
Su última gran consecución fue el Campeonato de Euskadi en esta misma modalidad y distancia obtenida hace escasas semanas en Bilbao. Un logro con el que, además, batió la mejor marca de la campaña con un crono de 13.43. «Lo hice bien, pero no fue mi mejor carrera. Sé que puedo hacerlo mejor y eso me motiva de cara a lo que resta de temporada», indica la alavesa.
«Si me dicen hace tres años que iba a ser bicampeona de España absoluta no me lo creería»
Pero no todo entre Banko y Zuazo ha sido coser y cantar. También ha habido momentos en los que entrenador y atleta han tenido sus más y sus menos cuando los resultados no les han acompañado. «Nos decimos todo lo que tengamos que decir con respeto. Cada uno tenemos claro el papel que jugamos y lo hacemos con la mejor intención del mundo. Que luego puedan salir momentos más desagradables porque las cosas no marchan como queríamos, contamos con ello. Nos deseamos siempre lo mejor, pero nunca descartamos lo peor cuando te enfrentas a una competición. Al final en una carrera como las vallas hasta llegar a meta pueden pasar muchas cosas», admite Zuazo. Sin embargo, una buena comunicación y la profunda confianza consolidada en la pista terminan por disipar los posibles conflictos que puedan surgir. «Conforme han pasado los años me ha entendido mejor como persona y atleta. Estoy muy contenta porque sabe cómo decirme las cosas para que me lleguen», añade Banko.
La unión «se refleja en la pista»
Se sienten «muy cómodos» el uno con el otro tanto dentro como fuera de la pista. «Es una relación atleta-entrenador, pero no somos amigos. Después de los entrenamientos vamos juntos a casa en coche y a veces hablamos mucho y otros días, en cambio, nada. Nos conocemos bien y eso luego se ve reflejado en las competiciones», argumenta el entrenador. En este final de temporada Zuazo y Banko entrenan cinco días a la semana, divididos en dos de fuerza, otros tantos de carrera y uno de vallas. «Me gusta más competir al aire libre porque se adecúa mejor a mis características. En pista cubierta la distancia es de 60 metros y es mucho más importante la potencia y la explosividad, mientras que al descubierto son 100. Mi mejor parte de la carrera es el final y soy capaz de aguantar esa resistencia a la velocidad», matiza Banko.
La corredora hispano-húngara se comenzó a centrar más en la especialidad de vallas en categoría infantil, después de que en el club Barrutia vieran su gran potencial. «Empecé con Gorka a entrenar un día a la semana y acabé entrenando todos. Como se me daba bien me empezó a gustar y seguí subiendo categorías», expresa. Desde entonces no ha parado de progresar. Una vez concluido el Mundial Universitario, su próximo objetivo es el Europeo al aire libre que se celebrará en agosto del año que viene en Birmingham. «Antes solo tenías que hacer la marca mínima para entrar, pero ahora ha cambiado y es más complicado», explica Zuazo sobre este último.
El gran sueño de mentor y discípula es competir en unos Juegos Olímpicos. Un reto que asumen que es difícil pero no imposible para el que se llevan preparando sin descanso. «Aquí no hay suerte. Corres, te cogen un tiempo y es lo que vale por mucho que se pueda pensar que haya otra deportista que lo haga mejor. Si me hubiesen dicho hace tres años que iba a ser bicampeona de España absoluta no me lo hubiese creído, por lo que hay que ser cabezones y testarudos. No existe otra receta», concluye Zuazo.
La alavesa, octava en el Mundial Universitario de Bochum
Laura Banko acaba de lograr otro destacado resultado en su prometedora carrera. La alavesa ha competido durante esta semana en el Mundial Universitario celebrado en la localidad alemana de Bochum. En la prueba consiguió unos notables resultados que le permitieron colarse entre las mejores vallistas del panorama.
No en vano, finalizó la prueba como la octava mejor. Es decir, logró meterse en una final exigente, pues Banko llegaba a la prueba con un ranking que situaba a al menos una decena de competidoras con mejores expectativas. Pero lo cierto es que su desempeño fue más que notable, en especial en su camino hacia la final.
La alavesa terminó tercera su concurso en las semifinales, puesto más que suficiente para hacerse con un billete para la prestigiosa final. Además, no lo hizo con una marca cualquiera, sino que ese tercer puesto llegó acompañado con su mejor tiempo personal: 13,08 segundos. Solo cuatro centésimas más lenta que el actual récord de Euskadi ostentado por la guipuzcoana Teresa Errandonea, olímpica en la cita de Tokio 2020. Su marca en la final también fue notable, 13,19 segundos, aunque insuficiente para imponerse a algunas de las mejores atletas del panorama mundial.
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