Ane Castillo: «Suspenderte en el aire es divertido»

Dos veces en 15 días ha batido el récord de Álava de pértiga, con un mejor salto de 3,25 metros. Después de practicar gimnasia deportiva Ane Castillo solo lleva un año enrolada en el atletismo de la mano del club Barrutia. A sus 17 primaveras prioriza sus estudios sobre el deporte, algo que se toma como hobby y válvula de escape. Su objetivo se centra en debutar en un campeonato de España.

– ¿Cómo en un solo año ha podido progresar tan rápido y saltar por encima de los tres metros?

– (Risas). Yo tampoco me lo explico. Antes hacía gimnasia deportiva y me pasé al atletismo en septiembre del año pasado. Y con la pértiga un poco más tarde. Estaba cansada y quería probar otro deporte. Así que de iniciarme en el atletismo derivé en la pértiga porque lo probé con unas amigas. Es una disciplina que tiene pocos practicantes.

– ¿A qué se debe? ¿Puede ser por su dificultad?

– Puede ser. Es una disciplina muy técnica que suma otras cosas. No solo es la ejecución del salto, es la carrera anterior. Tienes que controlar muchos aspectos y entrenar mucho para mejorar cada día. Cada centímetro cuesta mucho trabajo.

– Parece sencillo en su caso, con dos récords en apenas 15 días, ¿se lo esperaba?

– Para nada. El primero fue en Ordizia el pasado 20 de septiembre. Fue un salto de 2,95 metros. Antes había competido varias veces y estaba viendo la progresión con buenas marcas. Me había planteado superar los tres metros, pero no esperaba que pudiera conseguirlo quince días después, el pasado 3 de octubre en un control federativo en la pista de Mendizorroza con un salto de 3,25. Empecé saltando 2,79, luego pasé a 2,90 y me fui a los 3 metros haciendo mi marca personal. Después, fui progresando, a 3,10, 3,15, 3,20 hasta lograr los 3,25. Me fui sintiendo con confianza y mira, he superado en 25 centímetros los tres metros, que era el objetivo que me había marcado.

– ¿Este récord cambia algo en cuanto a su preparación?

– No, no es mi intención. Quiero seguir entrenando y mejorando. Lo próximo es el campeonato de Euskadi sub‘18 este fin de semana en Durango. Voy muy motivada. Después, es mejor ir día a día.

– ¿Se considera una atleta tardía?

– Sí, sí. He empezado con 16 años. No es lo mismo que los chicos y chicas que se inician desde escuelas y asimilan la técnica siendo muy pequeños. Yo venía de un deporte como la gimnasia deportiva que practiqué durante 10 años, con otros hábitos y maneras de entrenar y me he tenido que ir adaptando, aunque sí que es cierto que traía una base física ya trabajada. Eso ha podido ayudar algo a la adaptación tan rápida, aunque me falta mucha técnica por aprender.

– ¿Recuerda su primer salto y esa sensación de vértigo o de que la pértiga se podía romper?

– (Risas). El primer salto que hice con la pértiga fue cayendo en arena y sí que se me hizo muy raro tener que agarrarme a un palo. Y después cuando ya probé con colchoneta, comprobé que sí da mucho respeto pero, a la vez, es divertido suspenderse unos segundos en el aire. Lo disfrutas mucho.

– ¿El atletismo es ya su deporte o cambiará de nuevo? 

– (Risas). Ahora me quedo con la pértiga y el atletismo. Aunque la gimnasia es un deporte que siempre me va a gustar. Es cierto que competí en campeonatos de Euskadi y España, pero sin resultados reseñables. Mi aparato preferido eran las paralelas asimétricas y aunque no lo parezca, tienen que ver bastante con la técnica de la pértiga.

– ¿Un campeonato de España será su gran objetivo si la pandemia lo permite?

–Sí, por supuesto. Como deportistas, siempre nos gusta competir e ir poniéndote retos. Primero me centraré en el de Euskadi y luego ya iremos viendo. Veremos qué nos permite el Covid, porque durante el confinamiento no pude tocar la pértiga.