A todo volumen

Es un espectáculo con altibajos, de hilado brusco. Los decibelios se reparten entre las melodías reconocibles que sitúan la época, y el ímpetu crítico de la facción indócil. La Gazte Konpainia da vida a portavoces del Bilbao pasado y presente, comparsas que revolotean al margen, forzados de la industria y capitalistas que se inventan e imponen su ciudad. Urtzi Iza hace selección musical más o menos cantable para el texto de David Caiña ('¿Cómo hemos llegado a esto?', de 2019). Y pone todo en marcha la directora Ane Pikaza que renuncia a una expresividad espontánea por la edad media del grupo, para irse a un artificio teatral muy elaborado, muy dirigido en tipos y grupos, y logra sobre todo que sea muy del 'punk' que sirve de altavoz.

Cualquier indulgencia por el carácter práctico de la Gazte Konpainia, una companía joven, sería tramposa. Tienen entre manos un trabajo atractivo, con interés irregular. Pero hay más creación en sus intérpretes y técnicos propios, más convicción, más mordacidad y más teatro en 'Gris: morirse en Bilbao' que en algunas temporadas enteras. Una experiencia.