Penélope Cruz rompe a llorar con la sorpresa de un enfermo de ELA: «Es un ejemplo de valentía como pocos he visto»

Destila estilo. Penélope Cruz acudía a 'El Hormiguero' inundando el plató de 'glamour'. Presentaba la película 'Ferrari'. «Son unos meses en la vida de Laura y Enzo Ferrari. Se sabe mucho más de él que de ella, pero creo que ella tuvo una vida muy interesante. Muy dura y muy triste, pero que merece la pena ser contada. Y el espectador que espere grandes carreras de coches, también lo va a encontrar porque el director es Michael Mann. Pero es mucho más que eso. Es una película que habla de la familia, de la pérdida…», avanzaba. Y sobre su personaje, añadía: «Como había muy poca documentación, yo llegué un mes antes del rodaje para conocer gente que hubiera pasado ratos con ella. Y, a veces, preguntaba a extraños y no me gustaba lo que recibía porque me llegaba una falta de compasión y de empatía muy grande hacia ella. Le llamaban loca, difícil… Era una persona a la que todos temían porque era muy oscura. Y yo les decía que ella perdió un hijo por una enfermedad y que su marido creó otra familia y tuvo otro hijo, y ella no se enteró hasta que el niño tenía siete años. Y lo sabía todo Módena. ¿Dónde está la compasión por alguien así?». 

Cruz abordó su personaje en 'Ferrari' con mucha pasión. «En un ensayo, surgió la posibilidad de caminar de una manera muy concreta y coincidió con un sueño que había tenido él (Michael Mann) la noche antes. Pensábamos las cosas a la vez, estábamos en la misma frecuencia. Y pensamos en utilizar unos zapatos ortopédicos. Lo de los zapatos es muy importante en un personaje, y no tiene que ver con si son bonitos o feos», explicaba Penélope. Y aprovechaba para desvelar algunos de los trucos que ella utiliza. «A veces me he puesto zapatos talla y media más pequeños, o más grandes. Hay detalles. Yo, por ejemplo, no utilizo nunca el mismo perfume para dos personajes distintos. Una tiene sus trucos», arrancaba. Y sumaba detalles. «Muchas veces, en los restaurantes no me centro porque estoy espiando a alguien que se parece a mi personaje. Y me imagino cada cosa… Si eres actor, eso es el día a día. Es un estudio constante del comportamiento humano que es un pozo sin fondo. Esa parte de mi profesión me enamora. Siempre estás aprendiendo y en cualquier sitio puedes encontrar algo que te va a inspirar. Eso sí, lo que parezco es una cotilla», bromeaba.

Hablando de lo intenso que es su oficio, Cruz descubría que procura separarse, aunque sea de una parte, de ellos. «Intento no llevarme a casa lo que es desagradable del personaje. Con 'Madres paralelas' me tuve que quedar una hora más tirada en el suelo del set llorando porque no podía irme a mi casa con esa energía. Pero otras cosas sí me llevo. Que vean mis hijos que, cuando te dedicas a esto, tienes que seguir estudiando. Y me llevo el acento del personaje a casa», argumentaba. 

Pero había otro tema que Penelopé quería sacar a la luz: la demandada ley ELA. «Ha llegado a mi vida un ser impresionante que se llama Jordi Sabaté Pons y no se me quita de la cabeza. Va a empezar un podcast benéfico. Él hace sus vídeos y te cuenta que respira por un tubo, come por un tubo, no puede hablar... depende completamente del cuidado de los otros. Solo puede sonreír y mover los ojos y tiene los más bonitos del mundo. Él quiere que el podcast empiece conmigo así que voy a ir a Barcelona a grabarlo con él».

La ley ELA es una demanda del colectivo que facilita ayudas para estos enfermos y que, a pesar de ser una promesa electoral que resucita cada vez que los políticos llaman a los ciudadanos a las urnas, nunca acaba de tramitarse en el Congreso. Por ellos y por los futuros afectados, Penelopé hizo un llamamiento en 'El Hormiguero' para que aquellos que pudiesen donasen una cuantía económica a la labor de investigación que se realiza en el hospital de Vall d'Hebron.

Pablo Motos tenía una sorpresa preparada para la actriz. Jordi Sabaté se grabó un vídeo y lo envió al programa para que lo viese su nueva amiga. «Hola guapos y guapas. Soy Jordi Sabaté y quiero dar las gracias a todo el equipo de 'El Hormiguero y en especial, a Penelopé Cruz. Lo que estás haciendo por los enfermos de ELA te lo agradeceremos eternamente. Gracias por tu existencia. Te quiero mucho, amiga. ¡Viva la vida!» Penelopé Cruz se echó a llorar ante el mensaje de Sabaté.

El presentador, también afectado, dejó una reflexión: «Vivimos afectados porque nos rayan el coche y luego hay héroes como estos...». «Mirad el brillo que tiene en los ojos... y termina diciendo ¡Viva la vida!», señalaba Penelopé. «Es un ejemplo de valentía como pocos he visto», zanjó.

Volviendo a 'Ferrari', Penélope contó lo primero que le dijo al director cuando le propuso el papel. «Le pregunté si iba a tener que conducir un Ferrari. No sé cuánto presupuesto tienes, pero eso te lo puedo fastidiar yo en dos minutos, le dije. El tema es que yo tengo mucho miedo a la velocidad. A mi hermana Mónica le pilló un coche delante de mí cuando yo tenía siete años, y es un trauma muy fuerte. Para mí, los coches son una amenaza porque yo le vi perder el conocimiento y a mí me mandaron al cole. Entre en un limbo en el que no sentía nada», recordaba. 

Con más de sesenta películas a sus espaldas, la actriz rememoró sus inicios. «Mi padre y mi madre compraron el vídeo Betamax y les pedí ser socia del videoclub. Y si una película me gustaba, me la veía veinte veces seguidas. Y ahí descubrí a Pedro (Almodóvar), a Meryl Streep, a Billy Wilder… Ahí empecé a soñar. Y una de las veces que fui a Madrid, me colé a ver 'Átame' y me revolucionó mucho esa película. Ese día tomé la decisión de intentarlo y busqué a una agente. Me echo dos veces y la tercera, le monté un pollo para que me dejara hacer algo acorde a mi edad», evocaba. 

Lo más loco. Galopar en camello en 'Sahara'. Acabó gustándome. Me preocupaba caerme porque tenía que tirarme a un tren en marcha. 

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