¿Quién se ha comido mi chocolate?

La idea original es de Manuel Rivas. Y, con el mismo título de 'Vivir sin permiso', el escritor gallego publica tres relatos inéditos entre los que se encuentra el que inspira la historia de Nemo (Nemesio) Bandeira. Luego la serie de Telecinco es de Aitor Gabilondo, creador también de 'El Príncipe'. Un éxito. Y para buscar el éxito han vuelto a juntar a José Coronado y Álex González. El primero es jefe de una familia al que diagnostican alzhéimer y quiere elegir hijo que le suceda en los negocios, legales e ilegales (Álex González es ahijado y, aunque es el listo, queda fuera). La idea original de Manuel Rivas se parece muchísimo a la shakesperiana 'Empire', donde Lucious Lyon, exnarcotraficante y magnate del hip hop, es diagnosticado con ELA y trata de encontrar sucesor entre sus tres hijos. Con la serie ya avanzada resulta que no tiene ELA, con lo cual es posible que Nemo Bandeira tampoco tenga alzhéimer.

La ficción es un batiburrillo de lugares comunes que se supone que funcionan para el público de Telecinco. Ni es 'Fariña' ni es 'Narcos', aunque haya narcotraficantes y sean gallegos (sin acento). El negocio familiar está bien contado en el montaje de imágenes sobre el discurso de Nemo en su 60 cumpleaños. Tiene gracia que Carlos Hipólito y Ricardo Gómez sean padre e hijo. Y deberían tener cuidado con la señora a la que van a desconectar en el hospital y lleva todo el capítulo desconectada (la ventilación mecánica está con el respirador apagado). Por otro lado, Luis Zahera, el hombre de confianza de Nemo, está estupendo de malo dentro de los clichés de los malos. A la gente le gustó. 'Vivir sin permiso' tuvo un 19% de cuota de pantalla y 2.590.000 espectadores. 'Palmeras en la nieve', 19,4% y 2.522.000 espectadores. Como era lógico, ese espanto de 'El Continental' se fue al guano (5,7% y 793.000). Comparado con 'El Continental', 'Vivir sin permiso' es 'Los Soprano'.

Pero no sé, que en la publicidad salga el mismo José Coronado diciendo «¿Quién se ha comido mi chocolate?» (un anuncio de Valor) me temo que echa por tierra cualquier atisbo de drama.