El teatro despliega su caja de herramientas en Bilbao
No todos quieren actuar. En Pabellón 6 siete jóvenes aprenden oficios para ganarse la vida entre bambalinas
La caja de herramientas del teatro es de esas que despliegan un número insospechado de cajetines en distintos niveles. Además de vocación y talento, ... hay que saber manejar decorados, focos, efectos de sonido y otros elementos que contribuyen a dar (o quitar) credibilidad a un espectáculo. En cada cajetín hay una forma de ganarse la vida, oficios que en Bilbao se aprenden en un programa pionero de empleo y formación para jóvenes. Una iniciativa de Dema, la agencia foral de empleo, y Pabellón 6 que en su primera edición aspira a abrir camino entre bambalinas a siete alumnos.
Han seleccionado a cinco chicas y dos chicos entre unos treinta aspirantes «de distintos perfiles. Hace falta gente con muy distintas habilidades para poner en pie una función», explica la coordinadora, Nagore Navarro, que se formó como actriz y lleva años trabajando «con un pie en lo artístico y otro en lo técnico». El taller es de plazas limitadas «para que les de tiempo a hacer muchas cosas» entre enero y junio. La formación es eminentemente práctica, con módulos de una o dos semanas impartidos por especialistas.
José Ibarrola les ha enseñado escenografía, María Goiricelaya, candidata al Max por 'Lyceum club', les instruye en producción. También aprenden iluminación, sonido, regiduría y asistencia de dirección. Ahora están volcados en utilería y atrezo con Carlos Barea, que ha trabajado para el Centro Dramático Nacional y en efectos especiales de cine y televisión. Muestran con orgullo las máscaras de cebra que la Compañía Joven de Pabellón 6 usará en su próxima obra, '¿Qué fue de Ana García?'.
LOS SIETE ALUMNOS
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David Pino. Algorta, 19 años: Estaba estudiando Jardinería en FP.
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Irati Albizu. Bibao, 25 años: Realización de proyectos audiovisuales y espectáculos. Hizo prácticas en Social Antzokia.
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Aitor García. Bilbao, 20 años: Ha estudiado Imagen y Sonido.
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Lucía Sáiz. Torrelavega, 23 años: Formada en Bellas Artes y en una academia de música, toca el violín.
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María Casanueva. Getxo, 25 años: Ha estudiado Bellas Artes.
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Sol Sánchez. Cáceres, 23 años: Bellas Artes, ha actuado en performances.
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Yaiza Seco. Barakaldo, 25 años: Realización de proyectos audiovisuales y espectáculos (Tartanga).
Al benjamín del grupo, David Pino, que iba para jardinero, y a Aitor García, que estudió Imagen y Sonido, se les da bien modelar y están haciendo bastones con amenazadoras empuñaduras de arcilla. «Venía pensando en hacer prácticas de sonido y ahora me llama la atención la construcción de espacios escénicos», comenta Aitor. «Solo vemos una parte muy pequeña de lo que lleva detrás una obra».
Autodidactas por obligación
Todos han descubierto algo distinto de lo que imaginaban. Son mayoría, tres chicas, las que han estudiado Bellas Artes. A la extremeña Sol Sánchez el teatro le corre por las venas. Su madre es actriz y ella ha hecho performances, pero aquí ha encontrado un mundo «más amplio y diverso», y su objetivo es «unir teatro y artes plásticas». Lucía Sáiz, de Torrelavega, sabe tocar el violín y siempre ha organizado las funciones de curso en la academia de música de su madre, «hacía labores de regiduría sin saber lo que era».
Al terminar la carrera, le dieron una beca en BilbaoArte y también trabajó de camarera, al igual que hacía María Casanueva cuando le surgió esta oportunidad. «No conocía nada del mundo del teatro, así que me siento como una niña», dice mientras da forma a un abanico. Desborda entusiasmo. «Una semana a tope con la herrería, otra quiero ser carpintera... Es excitante descubrir que podemos hacer muchas cosas y no lo sabemos».
Ramón Barea fue autodidacta y eso no le ha impedido ganar el Premio Nacional de Teatro, pero asegura que «habría preferido tener maestros. Pensamos que el teatro es pura afición, pero es un oficio que requiere técnica y preparación», incide. Él tenía clara su vocación de actor, «seguramente por ser un muchacho tímido que los veía como a una especie de héroes», y por el camino se convirtió también en director, productor y dramaturgo. Pabellón 6 es su casa y la Compañía Joven, que en estos momentos ensaya en la sala de Zorrozaurre, al lado del taller, su «ojito derecho. Es gratificante, no tienes la sensación de que tu trabajo ha sido en vano».
Nunca es fácil llegar, «hace falta mucha vocación», pero Barea está convencido de que fuera de este pabellón hay salidas profesionales en varias direcciones. «En el País Vasco hay una gran carencia de construcción de escenografías, creación de utilería y gestión de montajes teatrales, hasta el punto de que se puede crear una empresa joven», sostiene. Con el taller «tenemos la sensación de que hemos acertado y nos gustaría darle continuidad», incorporando otros oficios como la caracterización.
En clase no se habla demasiado de lo que pasará a partir de junio. Todavía hay mucho que aprender alrededor de esta mesa. Ya han visitado las entrañas del Arriaga con su sistema de varas y contrapesos para mover los decorados, la moderna maquinaria del Campos que hace desaparecer las butacas, el gran auditorio del Euskalduna y el formato de cercanía de La Fundición. Los fines de semana van al teatro y conocen gente del gremio, toda la que pueden.
«Esto es un regalo y quiero llevarme de aquí todo lo que pueda aprender», dice Yaiza Seco, concentrada en «una máscara veneciana de la peste negra». Ella y su compañera Irati Albizu se matricularon en el centro de FP Tartanga de Erandio atraídas por el cine, aunque «el profesor de teatro era tan bueno» que descorrió un telón en su cabeza. No se engañan, se asoman a un mundo «difícil, precario y con bastante riesgo». Pero en algunos oficios «no hay cantera», y ellos tienen herramientas para construirla.
Bilbao celebra hoy el Día Internacional del Teatro con un debate sobre la igualdad
El 27 de marzo se celebra desde 1961 el Día Internacional del Teatro, este año con un manifiesto del director de escena, dramaturgo y educador cubano Carlos Celdrán en el que habla de sus maestros. En Bilbao se hará una lectura musicalizada del texto en el Campos Elíseos, donde la asociación de empresas vascas del sector, Eskena, ha organizado un debate sobre el lugar que ocupa la mujer en escena. Empezará a las cinco de la tarde en la Sala Cúpula con la participación de los actores Gabi Ocina y Sandra Fernández, el director del Serantes Kultur Aretoa, Carlos Morán, la payasa y fundadora del grupo Oihulari Klown Virginia Imaz, la actriz, directora y escritora Aizpea Goenaga y Aitziber Atorrasagasti como representante del Gobierno vasco.
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