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Hay pocas personas en el circuito musical con un discurso tan contundente sobre el sector como Vega, nombre artístico de Mercedes Mígel Carpio (Córdoba, 1979). ... Salida de la segunda edición de Operación Triunfo, se ha labrado a base de pico y pala una extensa carrera independiente que le ha llevado a montar su propio sello discográfico (La Madriguera Records), así como a componer para artistas como Raphael, Pastora Soler o David Bisbal. 'IGNIS' es su más reciente trabajo, que presenta este viernes 14 en la sala Stage Live de Bilbao.
– ¿Cómo ha sido la concepción de 'IGNIS' y qué recorrido está teniendo?
– La concepción del disco como tal es posterior a la composición de las canciones. Esto puede parecer obvio pero no lo es, hay gente que se propone hacer un disco sin tener canciones pero teniendo claro qué disco quiere. En este caso no, sino que han sido las canciones las que de alguna manera me han empujado a hacer el disco. Y digo empujado porque no tenía claro del todo si quería hacer un disco en los tiempos que corren y de las maneras habituales. Entonces, decidí hacer un disco con unas líneas rojas, entre ellas, la forma de salir, la forma de entregarlo y quién lo produce.
– ¿A qué se refiere con los tiempos que corren?
– No es una buena época para todo aquello que requiera retener y tener que dedicar tiempo. Y encima decidí no sacar singles, porque creo que el público es soberano para elegir qué canción le gusta más. Y estoy tan satisfecha con el trabajo que tenía claro que quien llegase al disco seguro que iba a encontrar algo que le iba a hacer quedarse y, sobre todo, quedarse para siempre. Es decir, un disco al que recurrir a largo plazo, no de una forma inmediata y efímera. Entonces, espero que 'IGNIS' sea un disco de largo recorrido, contra todo pronóstico de las tendencias habituales.
– ¿Cómo ha sido trabajar con el gran Ricky Falkner?
– Mejor de lo que esperaba, y esperaba mucho. Siempre me han llamado la atención su coherencia y el amor que tiene por que las cosas suenen bien, tanto sosegadas como rabiosas. Creo que es el disco que más he disfrutado en toda mi carrera, que es ya de 22 años y 11 discos. El equipo de la grabación ha sido además un auténtico Dream Team, hasta el punto de que decidí hacer muy pocas fechas en directo porque solo quería tocarlo con ellos y son gente muy solicitada. Les dije: 'venís vosotros y tocamos el disco en directo tal cual nació'.
– ¿Únicamente estas siete fechas?
– Bueno, quedan cosas por anunciar, pero sí, estos son los conciertos de presentación de 'IGNIS'. Hay que tener en cuenta además que llevar una 'crew' de 16 personas hay que costearlo. Tengo 46 años y yo no voy a tocar de cualquier manera. Por ejemplo, cuando se habla de los techos de cristal, siempre digo que no tiene que haber mujeres en los festivales, sino que tiene que haber mujeres remuneradas correspondientemente en los festivales. A mí que metan siete mujeres en el cartel y les paguen solo el bocadillo no me sirve de nada, honestamente.
– Es pura fachada.
– Claro, estamos hablando de 'pinkwashing' y yo no voy a entrar en ese juego porque es pan para hoy y hambre para mañana. Gracias a Dios, yo como autora me puedo mantener, entonces he decidido que no voy a estar decorando un cartel donde no se entienda que llevo 16 personas trabajando que forman parte de también de esa clase media que aspira y que está fastidiada y que necesita subir sus sueldos para poder afrontar su día a día. Tengo 16 personas trabajando. ¿Lo quieres? Bien. ¿No lo quieres? Pues nada.
– Quizás otras bandas que están empezando sí estén más abocadas a condiciones indignas.
– Obviamente, yo puedo hacerlo desde el privilegio, gracias a lo que he hecho como autora, que es lo que me da de comer.
– ¿Cómo ve la industria? ¿Mejor que cuando usted empezó hace 20 años?
– Ha ido a peor. Hablo de la industria española, porque hay otras más saneadas, pero la española es de peor calidad porque todo lo enfoca hacia lo masivo, los números y la economía. En esas cifras, dirán que la industria está mejor que antes, pero quienes vivimos de hacer canciones y conciertos te diremos que se está rompiendo el tejido de la clase media, que son los artistas que necesitan las salas.
– Las salas medias y pequeñas están en un evidente declive.
– Claro, al final lo que pasa es que si desaparece el artista medio, el emergente nunca va a dar el salto, salvo que sea un pelotazo tu primer disco y de repente se alineen los astros, pero es un caso entre mil. La industria está echando mucho lastre al caldo de cultivo donde podrían salir carreras largas y prósperas de la clase media de la música. Entonces, llegará un momento en que nosotros seremos demasiado viejos para muchos y los jóvenes no tendrán dónde mirar porque se han cargado la escena.
– Visto esto, ¿se considera una privilegiada?
– No sé, tengo 11 álbumes en el mercado y desde el 2013 un sello propio, pero de lo que es Vega llevo sin cobrar desde 2011 e invierto mi propio dinero. No todo el mundo puede hacer eso. Yo lo puedo hacer porque tengo mis derechos de autor. Lo que me ha permitido perdurar 22 años es la determinación, el trabajo y el sacrificio.
– Por tanto, lo que le da dinero es componer para otros.
– Dinero no, me da para comer, como mucho. Y lo demás es lo que invierto en Vega, hago apuestas fuertes que a veces salen bien y otras salen mal. Y, desde luego, tal y como está la industria, no se lo recomiendo a nadie. Yo vengo de esa generación a la que nos vendieron que la meritocracia y el esfuerzo te llevaban al sitio que querías. Esto es mentira. Es una falacia enorme. Esto no es verdad.
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