Tras su estreno en el Arriaga, 'Orgia' se consagra «como la mejor propuesta de nueva creación lírica de la temporada»

Quince son los galardonados y el Teatro Arriaga ocupa un lugar de honor en la nómina. El coliseo bilbaíno ha triunfado en la categoría de mejor propuesta de nueva creación lírica con la ópera 'Orgia', de Hèctor Parra, con dirección de escena de Calixto Bieito, que se estrenó mundialmente el pasado junio en la capital vizcaína. Se trata de una coproducción del Arriaga, el Gran Teatre del Liceu y el Festival Castell Peralada. Basada en una obra de teatro de Pasolini, destila sadomasoquismo y humor morboso. La autodestrucción es la meta. La música bascula entre la máxima disonancia y la máxima consonancia, con tres personajes llamados muy escuetamente 'Hombre', 'Mujer' y 'Muchacha'.

Los papeles se repartían entre el barítono inglés Leigh Rose, la soprano lituana Ausrine Stundyte y Jone Martínez, joven cantante de Sopelana. El Ensemble InterContemporain de París, a las órdenes de Pierre Bleuse, se limitaba a 14 músicos en el foso del Arriaga. Una versión reducida que sirvió para calentar motores, porque en Barcelona los días 11 y 13 de abril tomará el relevo la Sinfónica del Gran Teatre del Liceu. Todo lo demás no cambia, ni los cantantes ni el director de orquesta. La ópera del compositor catalán Hèctor Parra tuvo mucho éxito en Bilbao y sigue rodando, con el sello escénico de Calixto Bieito.

En el apartado de nueva producción, el premio ha recaído en 'La nariz', de Shostakóvich, estrenada en España en el Teatro Real, en un montaje con la impronta del director de escena australiano Barrie Kosky. El libreto se inspira en un cuento de Gógol y es una sátira en torno a la burocracia de Nicolás I. Fue un acontecimiento con mucha repercusión, más cercano a la opereta o el musical que al sentido de la obra del compositor ruso. Por lo que respecta a la mejor batuta, se ha valorado la competencia de Josep Pons en las funciones de 'Parsifal' que acogió el Gran Teatre del Liceu, una ópera de Wagner que pone a prueba la solidez musical y física de todos los maestros.

El galardón a la mejor dirección de escena se lo ha llevado Juan Echanove por la zarzuela 'Pan y toros', de Barbieri, nueva producción del Teatro de la Zarzuela, y en la sección de cantantes están de enhorabuena la soprano Ángeles Blancas y el barítono Juan Jesús Rodríguez. La primera brilló en 'Jenůfa', de Janáček, programada por el Teatro de la Maestranza de Sevilla, mientras que el segundo destacó en las temporadas de la ABAO ('Il Trovatore'), Liceu ('Il Trovatore'), Oviedo ('Ernani') y en el Teatro de la Zarzuela de Madrid ('Luisa Fernanda'). Como mejor cantante extranjero, ha ganado la soprano albanesa Ermonela Jaho por 'Suor Angelica', que se ofreció junto a las otras dos ópera de 'Il Trittico' de Puccini en el coliseo de La Rambla de Barcelona.

Entre las nuevas generaciones, Serena Sáenz obtiene el galardón por su trabajo en el Teatro Real ('La Sonnambula') y en el Liceu ('Don Pasquale'). Por lo que respecta a las categorías que premian el valor técnico y creativo, se ha distinguido el trabajo del escenógrafo Daniel Bianco, del iluminador Eduardo Bravo, el figurinista Jesús Ruiz y el videocreador Franc Aleu. De cara a la captación de nuevos públicos, se reconoce el proyecto de 'La gata perduta', co-creado por el Liceu y el barrio barcelonés del Raval, que apuesta por la voluntad de inclusión social en través de la cultura.