Medio siglo del lado salvaje de Lou Reed
'Transformer' se publicó en 1972 producido por David Bowie, quien grabó ese año el 'Raw Power' de Iggy Pop, estrella del Azkena 2023
David Bowie admiraba a Lou Reed y a Iggy Pop, a cada uno por razones distintas. Había lanzado el sencillo 'Changes' a principios de 1972, ... su primer gran éxito. En el mismo elepé donde se encuentra este tema, 'Honky Dory', incluía la canción 'Andy Warhol', en referencia al artista que patrocinaba a Reed y a la que hasta hacía poco había sido su banda, The Velvet Underground.
Bowie interpretaba en sus conciertos dos canciones del neoyorkino, 'White Light/ White Heat' (estuvo a punto de incluirla en 'Honky Dory') y 'I'm Waiting for the Man'. Le atraía su rock directo, protopunki, y su aura artística.
La fascinación por Iggy Pop vino de su explosivas puestas en escena, las que aún conserva con algún matiz debido al paso del tiempo y la que llevará al Azkena Rock de Vitoria el tercer fin semana de junio de 2023 (ya estuvo en Mendizabala en 2003 y 2006). La teatralidad de cantante de los Stooges le ayudó a crear su personaje de Ziggy Stardust.
La vida de los tres se unió en el 1971, en el restaurante Max's Kansas City de Nueva York. A partir de esa reunión, Bowie produjo con su guitarrista Mick Ronson el histórico 'Transformer' de Reed, que llegó a las tiendas de disco el 8 de noviembre de hace cincuenta años. Un mes después se metía con la Iguana (Iggy Pop) en los estudios de la CBS en Londres para regrabar 'Raw Power'. El trío protagonizó una de las épocas más inolvidables del rock.
La flor de Warhol
Es muy difícil no haber escuchado alguna de las once canciones de 'Transformer' en bares, radios, hilos musicales, anuncios publicitarios o, cómo no, en casa. Temas como 'Walk on the Wild Side', el primer sencillo del álbum, se han convertido en parte de la cultura común, a pesar de que Reed está contando escenas de sexo cuando menos heterodoxas.
Baladas como 'Perfect Day' o 'Satellite of Love', que pertenecían al repertorio de The Velvet Underground, rebajan la osadía del músico en este aspecto, si bien el disco arranca con 'Vicious' y de su pegadizo 'riff'. «¿Por qué no compones una canción sobre gente viciosa?», le preguntó Warhol. «¿De qué tipo de vicios hablas?», le contestó Reed. «No sé, como si te pegara ahora con una flor», sugirió el artista, una frase que fue tal cual a la canción.
La última, 'Goodnight Ladies', se basa en uno de los poemas de 'La tierra baldía' de T. S. Eliot, que a su vez se inspiró en la 'Ofelia' de Shakespeare. No en vano el cantante había estudiado Filología Inglesa. Pero igual de destacable que esta vena cultista que de vez en cuando emergía en el neoyorquino es, además de haber servido como sintonía de cierre de bares y pubs, su vinculación con el cabaret. Y aquí Bowie entra de nuevo en juego.
Espíritu del glam rock
El londinense de Brixton estaba colgado en esa época del cabaret berlinés que se desarrolló antes y después de la subida de Hitler al poder. De hecho, en algunos de sus conciertos aparecía sentado en una silla con el pecho pegado al respaldo y bien maquillado. Bowie empapó de este espíritu el glam rock y la música de 'Transformer'.
Era el segundo disco en solitario de Reed. El primero, titulado con su nombre y apellido, había vendido 7.000 copias. Incluso tuvo que volver a vivir a casa de sus padres en Long Island. Aupado por el éxito instantáneo de 'Walk on the Wild Side'en países como Reino Unido, Francia e Italia, se convirtió en una estrella. Pero no se contentó con su nuevo papel y en 1973 publicó 'Berlín', con unos músicos de lujo y canciones como 'Caroline Says' y 'Men of Good Fortune'. Fue vapuleado sin piedad por la crítica, fracasó en ventas y hoy se considera una obra maestra.
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